Las críticas al sistema de salud en Colombia son constantes, esto se debe a que se han registrado varios casos de ciudadanos que afirman que han recibido una mala atención o que los tiempos de espera suelen ser extensos, lo que hace que algunas enfermedades o accidentes de poco peligro terminen complicándose.
Este es el caso de Ángel González, un joven de 21 años que buscando salvar a su mascota de ser atropellada por un carro terminó siendo el que impacto con el vehículo en un accidente en el que su pierna derecha recibió gran parte del golpe.
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En diálogo con La risa cura, un pódcast de humoristas al que asisten personas con discapacidades para contar sus casos desde un contexto de humor, González reveló detalles de su historia, en la que señaló a los médicos del hospital en el que lo atendieron de haber sido negligentes, lo que ocasionó que hubiera perdido por completo su pierna.
En primer lugar, Ángel expuso cómo se registró el accidente y su posterior llegada a un centro médico, en el que tuvo que esperar durante varias horas a ser atendido a pesar de que la herida era de gravedad.
“Estaba saliendo de la universidad, fui a la casa y saque a mi perra, en el andén había dos carros y cuando uno pito ella me jaló, yo por salvarla, el carro me levantó de una… Yo tenía la pierna rota y me estaba desangrando por dentro, pero cuando llegue al hospital no me hicieron nada sino hasta el otro día, la solución de ellos fue abrir el fémur para drenar la sangre y ya”.
Luego de cuatro días internado, una artería se rompió, lo que hizo que ante el riesgo de poder desangrarse, una psicóloga lo convenciera de firmar los documentos para que los médicos pudieran amputarle la pierna derecha.
“Me tuvieron que poner 47 bolsas de sangre y ahí fue cuando me dijeron que la pierna se había infectado, me dieron antibióticos, pero me estaban dañando los riñones, me dijeron que podía seguir luchando o perder la pierna… La psiquiatra me dijo “tú tienes que seguir adelante, si te queda ya no vas a tener el mismo movimiento”.
“Yo no me acuerdo de haberles dicho que sí de la pierna”, afirmó el joven, que expresó que al principio fue difícil continuar con su vida, pero con el tiempo ha aprendido.
A pesar de su discapacidad, González afirmó que el apoyo de su madre ha sido vital, ya que le ha ayudado a entender que puede seguir adelante, lo que aumentó cuando un entrenador de la Liga de Cundinamarca lo contactó para pertenecer al equipo de la gobernación, en el cual ha podido seguir con su afición por el deporte.
“Desde el primer día que llegue del hospital yo quería montar cicla, pero mi mamá obviamente no me dejaba… No teníamos para comer porque a mi mamá la echaron, ella decidió salir a buscar trabajo y saque la bicicleta, pero me caí y se me abrieron los puntos, pero ahora tengo una adaptada con la que puedo montar otra vez”.
Sumado a esto, reveló que la empresa en la que trabajaba su mamá, que es madre cabeza de hogar, la despidió debido a que tuvo que pedir una gran cantidad de permisos para cumplir con sus citas médicas, pero en la actualidad se encuentra en una compañía que los ha apoyado en todo momento.
En estos momentos, además de vivir con su discapacidad, Ángel afirma que debe soportar la falta de empatía y la inseguridad en Bogotá, debido a que en más de una oportunidad lo han intentado robar.