Hay lugares en Colombia en los que se refleja en mayor medida el abandono por parte del Estado, ya que en estos carecen de carreteras, colegios o servicios públicos, aspectos que en las ciudades principales son básicos y que la ciudadanía da por sentado.
Esta situación quedó en evidencia en un hecho que ha generado gran indignación en redes sociales, luego de que un hombre de 32 años y su hijo de 14 años quedaran suspendidos a más de 300 metros de altura en una tirolesa, que es la única forma que tienen para salir de su vereda.
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El hecho se registró en Bore, Piedecuesta, en donde el domingo 10 de marzo el medio de transporte que utilizan los habitantes de esta vereda sufrió un daño, lo que ocasionó que un padre de familia y su hijo quedaran varados en medio del recorrido.
Por fortuna, el cable que sostenía a estas dos personas resistió el tiempo que demoraron en llegar los miembros del Cuerpo de Bomberos de Piedecuesta, que fueron los encargados de atender la emergencia junto a la Defensa Civil.
“Ellos salían de la vereda y parece que el sistema de anclaje se enredó en las guayas. Quedaron a 300 metros de altura y más de 80 metros de distancia al borde del barranco”, indicó un miembro de la Defensa Civil.
Un teléfono celular fue lo que salvó al hombre y al menor de tener que pasar la noche colgados de la tirolesa, ya que, en medio del riesgo por el que estaban pasando, el individuo sacó su celular del bolsillo y alertó a sus vecinos en la vereda para que se comunicaran con las autoridades.
“Con el conocimiento y entrenamiento que tenemos realizamos el rescate vertical con cuerdas. Sí corrían peligro, pero por fortuna llegamos a tiempo”, señaló uno de los socorristas en un video que fue difundido por el Cuerpo de Bomberos de Piedecuesta.
Debido a que esta tirolesa no cumple con las medidas de seguridad que deben tener este tipo de carriles de desplazamiento, los rescatistas tuvieron que subir a la línea bajo el peligro de que podría romperse, sumado a que el hombre y su hijo estaban a más de 80 metros de distancia.
Al final, el rescate fue exitoso, pero tuvieron que ser retirados por separado para que el proceso de extracción fuera más seguro.
“Con el objetivo de llegar a la canasta donde las personas estaban atrapadas, los rescatistas se vieron obligados a subirse a la línea de la tirolesa y desplazarse por la misma hasta llegar a la ubicación crítica. La distancia y la altura añadieron complejidad a la operación, pero los rescatistas utilizaron poleas y cuerdas de manera experta para transferir, uno por uno, al adulto y a la menor desde la canasta hasta tierra firme”, afirmó Sebastián Garzón, oficial de los Bomberos de Piedecuesta.
Debido a la indignación que este hecho ha generado en Santander, la Alcaldía de Piedecuesta informó que buscarán la forma de crear carreteras para que las personas en Bore no tengan que exponer su vida de esta manera; sin embargo, los pobladores de esta vereda han afirmado que ya han escuchado este tipo de promesas en el pasado.
“El Gobierno local de Piedecuesta contempla la intervención de los corredores de este sector con la adjudicación de convenios solidarios”, informó la Administración municipal.