Nueva quema forestal alerta a los habitantes del suroccidente de Bogotá

Bogotá es una de las capitales de Colombia más afectadas por los efectos del fenómeno de El Niño y las acciones inescrupulosas que han desatado las llamas en ecosistemas protegidos y áreas con espesa vegetación, lo cual encendió las alertas ante la mala calidad del aire que se estaba registrando en la zona suroccidental de la ciudad.

Sin embargo, el panorama parece no mejorar con el pasar de los días, pues se siguen registrando emergencias que tienen trabajando fuertemente a los miembros del Cuerpo Oficial Bomberos de Bogotá.

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La quema forestal anunciada por los organismos de socorro durante la jornada del domingo 10 de marzo se presentó en la localidad de Bosa, específicamente en la calle 50 C Sur con carrera 100, generando una nueva afectación para este punto de la ciudad.

Es por ello por lo que los ciudadanos que habitan en inmediaciones del lugar afectado se comunicaron con las autoridades con el fin de que hicieran presencia en el popular sector para atender la situación, teniendo en cuenta que algunos edificios se encuentran ubicados muy cerca del lugar afectado.

Ante la situación, los bomberos se desplazaron rápidamente para atender el llamado de la ciudadanía e intentar sofocar las llamas. Sin embargo, con el trabajo realizado no se ha logrado controlar del todo el incendio y la enorme columna de humo ya está provocando consecuencias para los habitantes del sector.

En las imágenes compartidas por el Cuerpo de Bomberos de la capital se puede apreciar cómo el humo se está tomando la zona mientras que el personal trabaja arduamente por extinguir los puntos de calor con los equipos especializados para este fin.

Se espera el reporte final de las autoridades sobre el control de las llamas. Aunque, hasta el momento, no se han reportado personas lesionadas por lo que se pide a los habitantes del sector mantenerse alejados y cerrar las ventanas para evitar problemas por causa del humo.

Entre tanto, se recuerda la importancia de cubrir nariz y boca con tapabocas o un pañuelo húmedo como medida inmediata de prevención, si es que vive en cercanías a los lugares donde se presentan este tipo de quemas.

Del mismo modo, la Secretaría de Salud recuerda que no se deben prender velas, incienso, consumir cigarrillo, vapeadores o usar aspiradora al interior de la vivienda mientras pasa la emergencia y si vive con población en riesgo no dude en comunicarse con su entidad de salud para que lo atiendan, según sea el caso.

En cuanto a la calidad del aire en la capital del país, la Secretaría Distrital de Ambiente reportó sobre las 9:50 de la mañana que se está presentando un leve cambio. Sin embargo, puede que el panorama vuelva a empeorar para la noche del domingo ante el nuevo incendio en Bosa.

“Se registra una mejoría en la calidad del aire, especialmente en la zona suroccidente, debido a la disminución de las emisiones de los incendios. Se ha registrado la reducción en las concentraciones de en toda Bogotá”, destacó la entidad durante la mañana.

Es necesario destacar que esta no ha sido la única emergencia atendida por los Bomberos, debido a que en la madrugada del 10 de marzo se tuvo que atender una conflagración en una bodega, ubicada en la carrera 34 con calle 25, donde no se registraron personas lesionadas y se logró controlar la situación.

Del mismo modo, se anunció una investigación por parte de las autoridades para determinar las causas de lo sucedido y descartar que detrás del incendio ocurrido en la madrugada exista la intervención de manos criminales.

Otra de las conflagraciones que sorprendió a los colombianos durante la jornada del domingo se presentó en una casa del barrio Floralia después de las 3:00 de la tarde, y el reporte de los organismos de socorro indica que cinco de las viviendas aledañas resultaron destruidas.

Incluso, una persona se vio afectada por la inhalación de humo, por lo que tuvo que ser atendida por los paramédicos que acudieron a la calle 88 con carrera 1a norte, donde se desataron las llamas. Este lugar se destaca por la cantidad de viviendas que tienen asentamientos irregulares, por lo que el riesgo es mayor.