El departamento de Nariño se prepara para ser el escenario de una jornada no esperada durante el sábado, 9 de marzo del 2024, con el arranque de los diálogos territoriales de paz, con la participación del gobernador Luis Alfonso Escobar para enfrentar la aguda crisis de violencia que asuela a esta región colombiana.
Según la información que publicó la casa periodística El Espectador, estas conversaciones buscarían involucrar a las comunidades afectadas por el conflicto armado, en particular aquellas del municipio de Samaniego, en donde las tensiones entre las estructuras armadas del Ejército de Liberacion Nacional y algunas disidencias de las Farc.
En un contexto más amplio, en la zona hay una fuerte presencia del frente de guerra suroccidental Carlos Alberto Troches Zuleta. Allí opera una banda conocida como Comuneros del Sur.
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En ese sentido, el gobernador Escobar destacó la importancia de territorializar la paz, y de hablar con la sociedad civil del departamento. aunque no se ha reportado que los Comuneros del Sur participarán del diálogo, este habría sido la causa por la cual la estructura guerrillera había anunciado un congelamiento de los diálogos con el Gobierno Nacional.
El anuncio del ELN, en su momento, se efectuó bajo el argumento de que “Habiendo pactado un proceso nacional de participación de la sociedad, ahora monta un diálogo regional en Nariño...”, como señalaron voceros de la estructura armada en un comunicado, inconformes con la iniciativa que también incluye a otros grupos armados. Expresaron que se trataba de “acciones violatorias a lo pactado en la mesa de conversaciones”.
Aunque no se ha visto mayor movimiento en la negociación, la polémica fue superada tras una reunión en La Habana, anunciando la continuidad del séptimo ciclo de diálogos que se llevará a cabo en Venezuela entre el 8 y el 22 de abril de 2024. Este hecho subraya la complejidad del proceso de paz en Colombia, donde convergen múltiples actores y dinámicas locales. La jefa de la delegación del gobierno en los diálogos con el ELN, Vera Grabe, afirmó que el encuentro en Nariño y las negociaciones formales con el ELN no son excluyentes sino correlacionales: “Son complementarias de las políticas de transformación territorial que lleva el Gobierno”.
Por eso, con relación al diálogo territorial en Nariño, el gobernador del departamento dijo que, diferenciando este esfuerzo de los diálogos a nivel nacional: “En la primera semana de marzo instalaremos la primera mesa de paz regional con un actor armado y eso nos significa otra victoria temprana de las que nos hemos planteado como gobierno departamental y es hacerle entender al país y al mundo que una cosa son los diálogos a nivel nacional y otra cosa es territorializar la paz”, como citó el medio.
La situación de Nariño es particularmente crítica por la presencia y disputa entre estructuras disidentes de las Farc y el ELN, lo que ha dejado a la población atrapada en medio del conflicto. La iniciativa de diálogo regional busca involucrar a las comunidades en la búsqueda de soluciones para la paz y la transformación territorial, en un departamento donde la violencia ha sido una constante.
Por tales motivos, el ELN no había estado muy contento., en especial, luego de que el 3 de agosto de 2023 se promovió el Comité Nacional de Participación, con el propósito de facilitar la inclusión de la sociedad civil en las conversaciones de paz. Este comité tiene como misión principal promover y organizar diálogos con un enfoque diferencial, abarcando variados sectores sociales para que puedan presentar sus iniciativas y propuestas, entre esos, grupos disidentes.
El desacuerdo del ELN demostró que el grupo armado no vio con buenos ojos el tema, en vista de una percepción de que el Gobierno podría estar dando prioridad a las relaciones con estructuras territoriales específicas, lo que, en opinión de la guerrilla, podría fragmentar aún más la cohesión interna de su organización.