En la tarde del 15 de junio de 2021 se presentó un atentado con un carro bomba en el Cantón Militar San Jorge de la Brigada XXX del Ejército con sede en Cúcuta (Norte de Santander), en el que resultaron 36 personas heridas y hubo graves afectaciones en la infraestructura del lugar.
De acuerdo con las investigaciones, el ataque terrorista fue perpetrado por el frente 33 del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, que actuó en conjunto con el excapitán Andrés Fernando Medina Rodríguez y el exintegrante de la Unidad Nacional de Protección Ciro Alfonso Gutiérrez. Ambos fueron capturados y extraditados a Estados Unidos por los delitos de terrorismo, homicidio en grado de tentativa, concierto para delinquir, daño en bien ajeno y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido y privativo de las Fuerzas Armadas.
Tras tres años de los hechos, el proceso avanzó en la Corte Distrital del sur de la Florida, y el 8 de marzo W Radio dio a conocer que el Departamento de Justicia de Estados Unidos llamó a comparecer a Gutiérrez.
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Según indicó la cadena radial citada, el implicado fue acusado en el país norteamericano de planear “un ataque con bomba contra soldados del Ejército estadounidense”, ya que en el momento de la explosión había varios militares de ese país en el Cantón Militar San Jorge de la Brigada XXX del Ejército.
Aunque ningún militar estadounidense resultó herido, la justicia de ese país decidió judicializar a los colombianos, hecho que avaló la Corte Suprema de Justicia en Colombia.
“El Gobierno requirente acreditó, de acuerdo con la declaración jurada del Agente Especial de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) Charles J. Lawless, que cuentan con prueba de que el requerido y demás coautores y partícipes conocían a la perfección que el ataque terrorista iba dirigido, además del personal militar colombiano, contra personal militar estadounidense”, indicó en su momento el alto Tribunal.
Gutiérrez tuvo que entregar detalles a la justicia estadounidense de su rol como facilitador del apoyo material e intelectual a las disidencias y al excapitán del Ejército para llevar a cabo el acto terrorista.
“A las 3:05 p. m. una camioneta blanca, (marca) Toyota, entró con dos individuos suplantando a unos funcionarios públicos. A las 3:10 p. m., esta camioneta tuvo una primera explosión la cual, por supuesto, afectó las instalaciones. Pasados dos minutos, hubo una segunda explosión de la misma camioneta afectando de forma grave instalaciones de esta brigada”, indicó el entonces ministro de Defensa Diego Molano.
De acuerdo con las investigaciones, el exintegrante de la UNP acompañó los desplazamientos del carro bomba desde el lugar donde instalaron el artefacto explosivo hasta la base militar.
“Medina Rodríguez (en compañía de Ciro Alfonso Gutiérrez) llevó una camioneta de gama alta hasta Tibú (Norte de Santander), donde fue acondicionada con explosivos; y, el 15 de junio de 2021, entró el automotor a las instalaciones militares para que detonara, aprovechando su condición de exintegrante del Ejército Nacional”, señaló un informe militar.
Así mismo, Ciro Alfonso Gutiérrez esperó afuera de las instalaciones a Andrés Fernando Medina Rodríguez y lo sacó del rango de impacto de la explosión minutos antes de que detonara el vehículo.
El exfuncionario de la UNP fue condenado en Colombia en noviembre de 2022 a 33 años de prisión; sin embargo, llegó a un acuerdo de cooperación con la Fiscalía para una reducción de pena.
Entre tanto, la justicia de Estados Unidos definirá en los próximos días la condena que deberá pagar el colombiano por el atentado contra funcionarios del Ejército de ese país.