Policía de tránsito detuvo una ambulancia en Medellín y la Secretaría de Movilidad salió a dar explicaciones “Queremos evitar el uso indebido”

En Medellín, un incidente ocurrido entre un agente de tránsito y una ambulancia que trasladaba a un paciente llevó a las autoridades a esclarecer la situación.

Mateo González, Secretario de Movilidad de Medellín, explicó que la acción del agente se debió al incumplimiento por parte de la ambulancia de las normativas de tráfico en la calle Barranquilla en la ciudad de Medellín, específicamente en la vía exclusiva del Metroplús.

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Según el funcionario, el agente solicitó a la ambulancia que se detuviera por no utilizar la sirena mientras circulaba por el carril del Metroplús, lo cual es mandatorio en casos de urgencias vitales según las regulaciones locales.

Además, el conductor del vehículo de emergencia no llevaba puesto el cinturón de seguridad y se resistió a entregar la documentación requerida. A pesar de que la ambulancia transportaba a una paciente, la situación no se consideró como una urgencia vital que justificara el uso del carril exclusivo sin seguir el protocolo establecido.

La Secretaría de Movilidad recalcó que, aunque los vehículos de emergencia tienen permitido el uso del carril exclusivo del Metroplús en situaciones críticas, deben cumplir con las normas de tránsito, como activar la sirena en caso de urgencias vitales. Así mismo, hizo un llamado a todas las empresas y conductores de ambulancias para adherirse estrictamente a la normativa vigente para evitar malentendidos y garantizar la rapidez y seguridad en el traslado de pacientes.

“El agente le solicitó a los tripulantes de la ambulancia para que se detengan porque venían por el carril del Metroplús, pero sin la sirena encendida tal como manda la norma cuando se trata de circular por allí con una urgencia vital”, dijo el secretario de Movilidad de Medellín.

Mateo González subrayó la importancia de priorizar siempre la atención del paciente en cualquier intervención, informando que se ha instruido a los agentes de tránsito para actuar con prudencia en circunstancias similares en el futuro.

“En caso de detectar alguna irregularidad se debe priorizar el traslado del paciente y una vez se efectúe, se solicitará la documentación del vehículo y se verificará si existió la irregularidad. Queremos evitar un uso indebido de ambulancias, pero hemos hablado con los agentes para que trabajen con prudencia y que la prioridad siempre sea el paciente”, agregó el funcionario de la Secretaría de Movilidad de Medellín.

Este incidente subraya la necesidad de un equilibrio entre el cumplimiento de las normas de tránsito y la flexibilidad requerida en casos de emergencia, asegurando que se mantengan tanto la seguridad vial como la eficiencia en la atención de urgencias médicas.

En 2023, el Metro de Medellín enfrentó importantes retrasos en su servicio debido a la activación indebida del botón de emergencias, un problema que causó un atraso acumulado de casi 4.000 minutos en las líneas A y B. Esta situación, equivalente a más de tres días de interrupción del servicio comercial, ha generado un llamado de atención por parte de la empresa sobre el correcto uso de estos dispositivos de seguridad.

La empresa Metro de Medellín reportó que durante todo el año pasado, el botón rojo de emergencia fue presionado en 14.364 ocasiones, de las cuales 5.593 resultaron ser sin justificación alguna. Esto representa el 37% de las activaciones, afectando la operación del sistema y causando inconvenientes a miles de usuarios.

El mal uso del botón rojo no solo interrumpe el servicio, sino que también desencadena un “efecto dominó” en el funcionamiento general del sistema de transporte.

Desde Metro de Medellín, se hizo un llamado a los usuarios para que hagan uso responsable de las herramientas de emergencia disponibles. Subrayan la importancia de concientizar a la población sobre las repercusiones que tiene activar estos dispositivos sin una causa real de emergencia. Este tipo de comportamiento irresponsable no solo perjudica la eficiencia del servicio, sino que también puede comprometer la seguridad y el bienestar de todos los usuarios del metro.

Se espera que con una mayor educación y entendimiento por parte de la comunidad, se pueda reducir el número de activaciones innecesarias y, por ende, minimizar los retrasos y las interrupciones en el servicio.