Los retos que a veces parecen inofensivos pueden tener resultados fatídicos. Aunque puedan parecer divertidos y pese a que quienes los practican pueden sentir adrenalina, traen consigo riesgos inminentes. El actual caso tiene que ver con la frecuente práctica que tienen algunos adolescentes de subirse en la parte trasera de buses y tractomulas como parte de un reto.
Infortunadamente, en las horas de la tarde del 5 de marzo, un niño de 12 años falleció tras caer de un camión de carga pesada mientras viajaba de manera oculta en los estribos del vehículo, cuando se divertía con su amigos con la peligrosa hazaña.
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El lamentable hecho se produjo cuando el infante, en un intento por cumplir con un presunto reto que circula entre los grupos de adolescentes, se colgó en la parte trasera del vehículo que transportaba un cargamento de sal. Según reportan medios locales como Sucesos Valledupar, el grupo de 5 menores ya había hecho la riesgosa aventura en un camión previo que cargaba arroz, hasta que el conductor se negó a participar del asunto.
Se conoció que los menores tendrían edades de entre 12 y 15 años, y partieron desde el barrio Villa Miriam, en los lindes de Valledupar, con el propósito de llegar a la zona corregimental del municipio.
En sus intentos por encontrar otro medio de transporte, “primero se montaron en un camión que transportaba arroz. El conductor se dio cuenta y los obligó a bajarse. Una media hora después, pasó el camión con la carga de sal, y se montaron. El conductor ni cuenta se dio”, narró el líder comunitario, evidenciando las riesgosas decisiones tomadas por los menores en su búsqueda de adrenalina y aventura.
Sin embargo, cuando el segundo camión dio un movimiento determinante, el estudiante colegial perdió el equilibrio y, en el acto, se desprendió del dobletroque; entonces cayó en el pavimento vía del río Seco, en las cercanías de la capital del Cesar. Fue un momento mortal. El conductor, que no se había percatado de la presencia de los menores, no notó que la víctima había quedado bajo las llantas de su vehículo, como informó también el portal informativo Vanguardia.
La consecuencia inmediata fue un trauma craneoencefálico severo que le causó la muerte a los pocos momentos, de acuerdo con lo que citó el medio local Lengua Caribe sobre las declaraciones de un líder comunitario local. La pérdida de sangre no se habría podido controlar.
“El niño iba colgado en la parte trasera del vehículo que transportaba un cargamento de sal”, mencionó la fuente, en ilustración de la imprudente decisión de los menores que se encontraban en el lugar.
Este, al parecer, no es un caso aislado, ya que se ha observado que la práctica de treparse a vehículos de carga sin autorización se ha convertido en un reto que surge de manera tendenciosa y preocupante entre los jóvenes de la región. “Lo más preocupante de todo es que tal parece que este tipo de prácticas se han vuelto recurrentes entre los jóvenes”, comentó el entrevistado.
El líder le explicó al diario informativo de la región que, infortunadamente, los jóvenes se vuelven presa del carácter imitativo y desafiante de estas acciones, las cuales, frecuentemente, son grabadas y difundidas en redes sociales como demostraciones de valentía y adrenalina.
Este trágico acontecimiento ha vuelto a encender las alarmas sobre la influencia negativa que pueden tener las redes sociales y los retos virales entre la juventud. Sin la supervisión de los padres, las conductas peligrosas y potencialmente mortales se pueden respirar libremente en medio de adolescentes que no pueden dimensionar las consecuencias. Por ahora, no se ha conocido un pronunciamiento por parte de los responsables o de la familia del menor.