Mujeres que se destacan en la ciencia: así fue el camino de la primera buzo colombiana en llegar a la Antártica

En entrevista con Infobae Colombia, la suboficial naval contó que casi no puede ingresar a la Escuela de Buceo de la Armada. Sin embargo, su resiliencia la llevó a ser una de las mujeres con mayor experiencia en actividades de búsqueda y rescate, así como de investigación científica

Deisy Gabriela Gómez ejerce la profesión de buzo, al tiempo que dedica sus esfuerzos permanentes en construir un hogar, junto con su esposo y su hijo - crédito Licsa Gómez/Infobae

La suboficial Daisy Gabriela Gómez es una santandereana de 33 años y es la primera buzo de la Armada Nacional en llegar a la Antártica. Se embarcó en esta aventura con el fin de aportar desde las profundidades a la investigación que se desarrolla en el marco de la X Expedición de Colombia a la Antártica, una misión liderada por la Armada, la Dirección General Marítima (Dimar) y el Programa Antártico Colombiano.

Deisy Gabriela se preparó para atender actividades de búsqueda y rescate, emergencias y desastres, así como de investigación científica a través de la recolección de muestras para diversos proyectos, entre los que se destaca uno de cooperación internacional con el Programa Antártico de Turquía.

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Dicho proyecto tiene como objetivo analizar la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos en el suelo antártico, un grupo de sustancias que se forman de la combustión incompleta de materia orgánica como el carbón, petróleo, gasolina o basuras.

Para ello, fue necesario la toma de sedimentos subacuáticos en busca de contaminantes orgánicos persistentes que serán analizados con el fin de conocer los impactos de la presencia humana en la Antártica.

El camino hasta llegar a la Antártica

En 2017, Deisy Gabriela Gómez entró a la Escuela de buceo y Salvamento de la Armada Nacional de Colombia - crédito Deisy Gabriela Gómez

Deisy Gabriela Gómez ingresó a la Escuela Naval de Suboficiales de la Armada a los 20 años; y tras escalafonarse como suboficial de la institución, se desempeñó como gestora ambiental en el área administrativa. Dicho cargo lo ejerció en diferentes unidades como la Base Naval ARC Bolívar, la Fuerza Naval del Caribe, el Batallón de Infantería de Marina No. 50 en Inírida, Guainía, y el Batallón de Fuerzas Especiales de Infantería de Marina.

Si bien permaneció varios años ejerciendo desde el área administrativa, la Armada le dio la oportunidad de entrar a la Escuela de Buceo y Salvamento, pero el camino no fue fácil.

“Yo quedé con ganas de desempeñarme en algo más operativo dentro de la Armada. Mi primera unidad fue el Comando de Flotilla de Superficie del Caribe, donde tuve un acercamiento más profundo con los buques y el mar; me enteré de que había un curso de buceo y yo consideraba que tenía todas las capacidades para hacerlo”.

Deisy Gabriela cuenta que intentó ingresar al curso de buceo por primera vez en 2013, pero no se dio la oportunidad. Volvió a intentarlo al año siguiente, en 2014, cuando ejercía desde Puerto Inírida, pero tampoco le aprobaron su ingreso por no ser suboficial de línea y haber ingresado directamente al cuerpo administrativo.

Finalmente, en 2017 lo logró. “Al estar en Cartagena, ese año vieron que no había ningún inconveniente y me aprobaron el curso en la Escuela de Buceo. Fue todo un sueño cumplido”, aseguró.

Y es que, en la llamada Ciudad Amurallada, Deisy Gabriela ya realizaba una labor operativa de buceo relacionada con el control del narcotráfico y la seguridad. Sin embargo, cuenta que aprovechaba algunos espacios para hacer buceo recreativo en islas cercanas.

Precisamente la experiencia que sumó como buzo fue la que le abrió las puertas para llegar a la Antártica, pese a que según dice, de las pocas mujeres que realizaron el curso casi ninguna logró adquirir suficiente experiencia en buceo porque sus otras funciones les demandaban mucho más tiempo.

Para nosotros el buceo era algo alterno, mientras que los hombres sí podían dedicar mayor tiempo a dicha actividad. Yo lo logré porque fui permanente en el ejercicio, pese a que era difícil”, precisó.

“La clave está en creer en nosotras”: Deisy Gabriela Gómez

Pese a que su camino en la Armada Nacional no ha sido fácil, Deisy Gabriela cuenta que el apoyo de la institución militar ha sido de gran ayuda; y que, actualmente, hay muchas mujeres que se embarcan y lideran, junto con hombres, misiones marítimas. Para la buzo, en muchas ocasiones las limitaciones las ponen las mismas mujeres: “Muchas veces pensamos que las tareas que normalmente realizan los hombres no son para nosotras, pero ni siquiera lo intentamos”, sostuvo.

Sobre cómo ejerce la profesión de suboficial naval, al tiempo que de mamá y esposa, Deisy Gabriela menciona que no es una tarea fácil, pero se siente feliz de poder ser un ejemplo para las personas que la rodean, en especial para su pequeño hijo: “Pude haber elegido alguna otra profesión que me permitiera estar más tiempo con mi hijo porque el buceo nos exige mucha disciplina y responsabilidad, pero no me rendí y quise ser feliz”.

Agregó: “Lo que hago es un ejemplo para él, para que entienda que ninguna circunstancia es obstáculo para los sueños. Además, mi esposo es una gran ayuda para mí, porque él también es suboficial naval y entiende más que nadie esta profesión”.

Tras narrar lo que ha sido el viaje de su vida en medio los mares de Colombia y la Antártica, Deisy Gabriela Gómez invitó a todas las niñas y adolescentes que sueñan con ser científicas para que no desistan en el camino, pese a lo difícil que pueda ser.

Para la suboficial naval la clave es que las mujeres crean en las capacidades que tienen, sin sentirse inferiores por fuerza, inteligencia o porque ejercen en campos mayormente ocupados por hombres.

“La clave está creer en nosotras, independientemente de lo que digan los demás”: Deisy Gabriela Gómez - crédito Licsa Gómez/Infobae