A pesar de que Colombia es un país en el que se permite libertad de culto, gran parte de las historias y leyendas hacen hincapié o resaltan desde un factor de la religión católica, sumado a que en varios casos terminan convirtiéndose en mitos que se acompañan de la fe.
En un caso de esta índole, en la localidad de Ciudad Bolívar (Bogotá), entre los barrios de Vista Hermosa y Capril, hay una piedra de gran tamaño que esconde una historia que para muchos solo es ficción, pero para algunas madres es un espacio para pedir por el futuro de sus hijos.
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Se trata de la piedra del muerto, una roca que tiene la forma de un hombre acostado boca arriba y que para los residentes del sector representa las consecuencias de ser un mal hijo.
Este mito urbano, que fue adaptada por Álvaro Cristancho Lozano en el libro La leyenda de la piedra del muerto, cuenta la historia de una familia de pastores de ovejas, cuyo hijo dejó de obedecer a su madre, que le pedía levantarse temprano a cumplir con sus labores.
“Déjeme dormir tranquilo. No sea cansona, no me moleste más”, habría contestado el menor en una oportunidad.
Estos comportamientos fueron empeorando, hasta el punto que en una jornada que la mujer tardó en llevarle el almuerzo, el joven la agredió, pero como respuesta solo recibió una sentencia por parte de su progenitora: “En piedra te habrás de convertir”.
Desde esa noche la mujer no volvió a ver a su hijo, pero en la mañana observó una piedra con la figura del menor que recibió el castigo por maltratar a su mamá.
Esta no es la única versión que existe de la leyenda, ya que algunos residentes afirman que la historia se registró cuando Ciudad Bolívar ya era una localidad de Bogotá, cambiando con ellos varios detalles de la narración.
En la otra versión se afirma que era un caso similar, en el que un menor de edad tenía comportamientos indebidos con su madre, lo que para gran parte de la sociedad es el pecado mayor; sin embargo, el hecho que hizo que fuera castigado fue una tarde en la que, molesto al no recibir una moneda, golpeó a la mujer.
La mujer respondió únicamente afirmando que las manos que la habían maltratado se volverían piedra. El menor salió de su casa y tropezó en una zona empinada hasta caer cerca de lo que era una quebrada, pero desde ese momento no pudo volver a moverse.
Sobre este sitio existen múltiples rumores. Vecinos del sector afirman que ha sangrado, que hay momentos en los que escuchan un llanto en las noches y hasta que el menor sigue con vida, lo que hace que los perros callejeros de vez en cuando se acerquen a ladrar.
Sumado a esto, aseguran que el tamaño de la piedra ha aumentado con los años y que esta concede deseos, por lo que se ha vuelto habitual que algunas personas dejen ofrendas a cambio de una petición.
Cabe recalcar que a esta no se le puede pedir de fortuna o aspectos por fuera de la historia, por lo que son las madres quienes más se acercan, en la mayoría de los casos, pidiendo que sus hijos malcriados o que han ingresado al mundo de las drogas se alejen del camino incorrecto.