El seis de marzo de 2024, las calles principales de las ciudades del país se vieron inundadas por miles de ciudadanos que se unieron en una serie de marchas en contra del Gobierno encabezado por Gustavo Petro. Entre las voces que resonaron en medio de este clamor ciudadano, se alzó la figura de la exsenadora Ingrid Betancourt, que, lejos de pasar desapercibida, desató una ola de críticas tras pronunciarse sobre un tema sumamente sensible en la sociedad colombiana: el aborto.
Las motivaciones para salir a las calles eran diversas y abarcaban desde la preocupación por la distribución del agua potable en La Guajira hasta críticas hacia el séquito de la primera dama, Verónica Alcocer, compuesto por maquilladores, fotógrafos, amigos y asesores de imagen.
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Bajo el lema de “Marcha de las Mayorías”, los ciudadanos se congregaron para expresar su rechazo hacia diversas políticas gubernamentales, entre ellas, las reformas en el sistema de salud, pensiones y laboral. La indignación también se dirigía hacia lo que muchos consideran nepotismo en la administración pública, pues señalan la designación de cargos importantes a personas cercanas al mandatario en lugar de personalidades calificadas.
Al día siguiente de las protestas, la exsenadora Ingrid Betancourt compartió un mensaje en sus plataformas digitales, sin embargo, lo que esperaba ser una expresión humorística, se transformó en una oleada de críticas que reflejaban un “repudio” hacia su intervención.
Betancourt compartió en su cuenta de X (anteriormente Twitter) una imagen que pretendía ser graciosa, pero que, para muchos, resultó ofensiva y de mal gusto. En la imagen, se ve a una mujer que sostiene un letrero que decía: “¿Para qué demonios van a legalizar el aborto si ya nació Petro?”.
Junto a esa fotografía, la exsenadora señaló: “Un poco de humor después de las fabulosas marchas de ayer🤣”
En medio de la polémica, diversos sectores sociales condenaron enérgicamente las palabras de Betancourt, destacaron la necesidad de un debate público serio y respetuoso sobre temas tan sensibles como el aborto y la política. Además, se hizo hincapié en la responsabilidad que recae sobre figuras públicas como Betancourt, que, con su influencia, tienen el poder de moldear la opinión pública y contribuir al diálogo constructivo.
Así reaccionaron en redes a la publicación de Betancourt
Es importante destacar que muchos utilizaron el hecho de su secuestro por el grupo guerrillero de las Farc-EP, que la mantuvo en la selva durante seis años a partir de 2002, como objeto de “burla”. Recordaron este episodio, que fue extremadamente difícil para ella y para otros que vivieron situaciones similares, en un intento de “humor” similar al de su publicación. Sin embargo, es crucial entender que esta experiencia y temas como el aborto no es materia para bromas ni para burlas.
“Ese odio suyo le va a traer un cáncer; aunque usted ya está enferma”; “Usted solo inspira asco y repudio, ya pa qué putas secuestro si a usted ya la liberaron!”; “Humor?”; “Que comentario tan bajo, no se puede esperar más de ud”; “Llevaba dos horas sin reirme...y ahora llevo tres”; “Ejemplo contundente de que hablar varios idiomas, estudiar en buenos colegios en Bogotá y en el extranjero no sirven para un culo”; “Si nos vamos a poner chistosos dígame cuanto le pudo sacar al Estado colombiano por la demanda simbólica? Ah verdad que la dejaron viendo un chispeto chispazo esta hampona aceitadora de maquinarias...”; “Que asco de mujer; será que su nacimiento fue concertado? O un acto de violencia contra su mama?, de cualquier manera el resultado es esto ...”, fueron algunos de los mensajes que recibió la exsenadora en X.