No reciba sus pedidos de Rappi sin factura: clienta denuncia nueva modalidad de robo entre domiciliarios

La aplicación, contrario de escuchar su testimonio, la mantuvo en chat con un asistente virtual y este terminó multándola

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Foto de archivo. Un repartidor de la aplicación móvil Rappi, muestra su teléfono móvil, en Bogotá, Colombia, 8 de noviembre, 2021. REUTERS/Nathalia Angarita
Foto de archivo. Un repartidor de la aplicación móvil Rappi, muestra su teléfono móvil, en Bogotá, Colombia, 8 de noviembre, 2021. REUTERS/Nathalia Angarita

A menos de una semana de conocerse el robo del que fue víctima la pareja de tiktokers Angelina y Nicolás, tras hacer un mercado de 400 mil pesos por la aplicación Rappi, la creadora de contenido Lade Gómez denunció haber sido víctima de estafa a manos de su domiciliario, con su pedido para el almuerzo.

Me acaban de robar por Rappi y quiero compartir cómo fue, para que otras personas no caigan, como caí yo”, mientras estaba en casa, ultimando los detalles de un trasteo.

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Para ahorrar tiempo y no dejar sus actividades a medias, hizo el pedido a la puerta de su apartamento. Sin embargo, debía autorizar la entrada del repartidor, pero esa autorización jamás pasó, porque “¡vaya sorpresa!, sonó el timbre y era él”, porque el repartidor ya había entregado otro pedido en el mismo edificio y no tuvo que anunciarse de nuevo.

En la aplicación no logró conseguir ayuda de una persona - crédito @tipsladegomez / TikTok

El pedido por 84.900 pesos en uno de sus restaurantes favoritos, fue pagado en efectivo al rappitendero, quien minutos más tarde escribió a soporte para decir que Lade quería cancelarlo, antes de que este fuera entregado.

“Me empiezan a contactar de soporte y me dicen que el rappitendero les había informado que quería cancelar el servicio, cosa que no es verdad. Estaba terminando de comer”, entonces, para corroborar la información le pidieron foto de la comida y foto de la factura, pero su pedido traía la factura adherida al paquete, como suele ser.

El tipo la quitó, no la traía, y como no venía con fractura, los de soporte dieron por cancelado el pedido porque todos los domicilios deben ir con factura”. Pero eso no es todo, como sanción por supuestamente haber cancelado el pedido a pocos minutos de ser entregado, la multaron por el valor de la compra, la tarifa de servicio y el costo de envío que, en total, sumaron 89.000 pesos.

Lade duda que su rappitendero sea el único que utiliza esta artimaña - crédito Carlos Ortega / EFE
Lade duda que su rappitendero sea el único que utiliza esta artimaña - crédito Carlos Ortega / EFE

Le explicaron que debían responderle a la empresa que hacía el producto, pero ellos, al igual que su domiciliario recibieron el pago, una vez entregaron la comida.

“Es terrible, la gente no puede trabajar honestamente y la recomendación para que no caigan como caí yo, es verificar que en la aplicación den por terminado el servicio y, adicionalmente, les entreguen la factura para que ustedes puedan comprobar que el pedido llegó a sus manos”.

Ya que, de lo contrario, no tendrán manera de comprobar que el pedido fue entregado y no se esta solicitando su cancelación: “Ahora, como se cancela el pedido, no tiene uno la opción de dejarle una mala calificación al Rappi, entonces, quién sabe a cuantas personas más le estará haciendo lo mismo y no hemos podido reportar porque, supuestamente te cancelamos el servicio”, explicó Lade, quien, además, no desaprovechó la oportunidad para hacer un llamado a la aplicación de domicilios más utilizada en el país:

El asistente virtual de soporte, contrario de ayudarla, la multó - crédito Edgard Garrido / Reuters
El asistente virtual de soporte, contrario de ayudarla, la multó - crédito Edgard Garrido / Reuters

“Ojo con la gente que están aceptando, Rappi. Sabemos que la selección no es muy buena, pero, por lo menos deberían escuchar al cliente, porque tienen evidencia de haber recibido su pedido y hacerle seguimiento a ese rappitendero”.

De la pero manera, Lade aprendió una lección que, de ahora en más, la obligará a exigir su factura siempre que realice un pedido y este llegue a su casa, pues, duda que aquel domiciliario sea el único que se embolsilla el dinero dos veces:

“Estoy triste porque me robaron en la cara y, además, porque de parte de Rappi no veo una solución, realmente (...) no tiene lógica que uno comprador diga que no va a recibir el producto, porque igualmente hay que pagarlo, entonces ¿no sería mejor recibirlo y ya?”.

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