Las historias de parejas que tienen una relación en la que los celos son los protagonistas son comunes en el territorio nacional, aunque algunas de ellas terminan en tragedia. Ese fue el caso de Lorena Avendaño Urueta, una comerciante de 41 años de edad que fue asfixiada por su pareja mientras estaba en su propia casa.
Los hechos se presentaron durante los primeros días de marzo de 2024, cuando la mujer se encontraba en su cama, durmiendo junto a su hija de 12 años, en el interior de su vivienda ubicada en el barrio Salsipuedes, de Usiacurí (Atlántico).
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Inicialmente, las autoridades que inspeccionaron la escena pensaron que se trataba de un asesinato en medio de un robo. Sin embargo, esto fue desestimado tan solo unas horas después, cuando se conocieron testimonios de los allegados de la víctima.
La comerciante de 41 años tenía problemas con su esposo, incluso, en el expediente se destaca el relato de la madre de Lorena, la cual aseguró que, desde hace aproximadamente un mes, la mujer no dormía junto a su pareja sentimental porque este le habría sido infiel.
A través de entrevistas que fueron realizadas a los allegados a la pareja, las autoridades lograron determinar que la relación estaba marcada por la violencia psicológica, además de episodios de celos y acoso por parte de Néstor Andrés Poveda Florián.
Cronología del feminicidio
Las autoridades identificaron a Néstor Poveda como el esposo de Lorena Avendaño Urueta. El hombre vivía en la misma casa de su víctima, aunque, por causa de los problemas de pareja que tenían desde hace varios meses, ya no estaban durmiendo en la misma habitación.
Johan Cervantes, fiscal 13 local de Sabanalarga encargado de las alertas tempranas en casos de homicidio, relató los hechos al indicar que la madre de Lorena, Carmen María Urueta, confirmó que el martes cinco de marzo su hija la llamó sobre las 6:30 de la tarde “a decirme que había tenido problemas con Néstor, que la acosaba todo el día y que definitivamente no quería vivir más con él, pero ese hombre insistía”.
Del mismo modo, se indicó que el criminal estuvo consumiendo bebidas embriagantes durante todo el día en compañía de su amigo Oswaldo César Santiago Sierra. Luego se desplazó hasta la casa de su esposa con el fin de llevarse su celular, por lo que ingresaron a la vivienda con los rostros tapados para simular que se trataba de un robo.
Pese a que el esposo de Lorena quería pasar desapercibido en el acto delincuencial que estaba cometiendo junto con su cómplice, la víctima logró percatarse de su presencia en el lugar, por lo que intentó pedir ayuda.
“En el momento en que se da cuenta de la presencia de ustedes dos en su habitación, a lo que trata de pedir ayuda usted señor Néstor se le abalanza encima tapándole sus vías aéreas por lo que termina esto en una asfixia mecánica”, leyó el fiscal a los delincuentes en medio de la imputación de cargos que se adelantó en la tarde del miércoles seis de marzo.
Los dos sujetos que ingresaron a la casa de la víctima fueron imputados por los delitos de feminicidio agravado en concurso heterogéneo con hurto calificado agravado, por lo que ahora deberán atenerse a la condena y responder ante la justicia.
Además, se destaca que los delincuentes intentaron alterar la escena del crimen para que pareciera un robo común, lo cual estuvo a punto de ser creído por las autoridades que llegaron a hacer una primera revisión en el lugar, debido a que fue la primera hipótesis que manejaron con relación al crimen de la víctima.