A lo largo de la historia, las prendas han funcionado como forma de comunicación no verbal. Elementos como la silueta, colores y combinaciones no solo reflejan preferencias estéticas, sino que también comunican posturas políticas y sociales sin necesidad de palabras.
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El color morado se ha convertido en un símbolo universal de la lucha contra la violencia de género, adoptado por movimientos feministas alrededor del mundo para manifestar unidad y solidaridad. Esta tonalidad, que emerge de la unión del rojo y el azul, es prominente en marchas y eventos en países como Argentina, Colombia, España y Turquía, demostrando un frente común en la demanda de igualdad y seguridad para las mujeres.
Adoptado igualmente por el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo se presenta como una oportunidad ideal para vestir morado en señal de apoyo, incluso fuera de contextos de protesta.
El significado detrás del color morado va más allá de la estética, razón por la que toca fibras profundas en lo que respecta a la psicología del color porque está asociado con atributos como la sabiduría, la dignidad y la independencia, este color refuerza el mensaje de fortaleza e inquebrantable determinación que el movimiento femenino desea transmitir.
La elección intencionada del color en la ropa posee una capacidad comunicativa que supera ampliamente a las palabras, logrando impactar y conectar de manera emocional. Es así que se transmite el poder del vestuario como una herramienta de expresión personal y social que, en ciertos casos, puede influir significativamente en la percepción y actitud de otras personas.
A través de esta dinámica, el color adquiere un rol protagónico en la comunicación no verbal, estableciendo puentes entre personas y fomentando un ambiente de mayor armonía y tolerancia.
Instituciones como el Partido Nacional de la Mujer de Estados Unidos lo han incorporado en su logo y comunicaciones, destacando su simbolismo de lealtad y constancia en el propósito. Históricamente, la paleta de púrpura, verde y blanco se ha enarbolado como insignia de la igualdad, remontándose a la Unión Social y Política en el Reino Unido en 1908.
Día de la mujer: 8 de marzo
Desde 1975, cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una conmemoración instaurada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reconocer la lucha de las mujeres por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
Esta fecha, que inicialmente se conocía como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, tiene sus raíces en movimientos laborales y socialistas del siglo XX.
La propuesta para establecer un día internacional de la mujer fue presentada por Clara Zetkin, líder del movimiento de mujeres socialistas, en la conferencia internacional de mujeres realizada en Copenhague, Dinamarca, en marzo de 1910. La idea era resaltar la importancia de las mujeres en el campo laboral y su lucha por condiciones justas.
Antes de la adopción de esta fecha por parte de la ONU, en Estados Unidos se conmemoró por primera vez el Día de las Mujeres el 3 de marzo de 1908, derivado de las reivindicaciones de trabajadoras textiles en Nueva York y Chicago por mejores condiciones laborales.
Uno de los episodios más trágicos que destacó la necesidad de mejorar las condiciones laborales y que impulsó el movimiento feminista fue el incendio en una fábrica de Nueva York en 1911. En este siniestro, perdieron la vida 146 personas, de las cuales 129 eran mujeres.
Este evento no solo conmocionó al público y puso en evidencia las precarias condiciones de trabajo, sino que también fortaleció las demandas de las mujeres por un entorno laboral seguro y derechos igualitarios.
La transición del Día Internacional de la Mujer Trabajadora al Día Internacional de la Mujer refleja la evolución del movimiento, de centrarse exclusivamente en las luchas laborales a reconocer la importancia de la mujer en todos los ámbitos de la vida. A lo largo de los años, el 8 de marzo se ha convertido en una fecha clave para recordar los avances logrados en materia de derechos de la mujer y para reafirmar la necesidad de seguir luchando por una igualdad plena y efectiva.