En el desarrollo de la Semana Santa, fieles de distintas partes del mundo se unen en la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, siguiendo tradiciones y costumbres arraigadas en su fe.
Uno de los actos de penitencia más significativos es la abstinencia de la carne roja, una práctica particularmente observada el Viernes Santo, pero también adoptada en algunos días a lo largo de la Cuaresma. De acuerdo con el cristianismo, ese lapso es de reflexión y de conmemoración a la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Por otro lado, las carnes blancas sí se pueden comer.
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La costumbre de abstenerse de consumir carne durante la Cuaresma es una práctica profundamente arraigada en la fe cristiana, observada especialmente por la comunidad católica. Este acto de penitencia busca emular y recordar los 40 días que Jesucristo pasó en el desierto, ayunando y resistiendo tentaciones.
La abstinencia de carne durante la Cuaresma, de acuerdo a lo explicado por el medio Enlace Latino, es vista por los fieles como un acto de sacrificio y autodisciplina, diseñado para fortalecer el espíritu y concentrarse más profundamente en la oración, la reflexión espiritual y la realización de obras de caridad. En muchas culturas, la carne se considera un alimento asociado a la celebración y la indulgencia, por lo que su privación en este período cobra un significado especial, sirviendo como un constante recordatorio de la importancia y la solemnidad de la temporada litúrgica.
La Iglesia categoriza como ‘carne’ únicamente al tejido muscular de mamíferos, estableciendo una clara distinción en su consumo durante la Cuaresma. Esta definición excluye al pescado, cuyo consumo queda permitido durante este período, razón por la cual los platos a base de pescado adquieren gran popularidad en estas fechas.
Siguiendo la distinción establecida por la Iglesia en cuanto al consumo de alimentos durante la Cuaresma, es importante ampliar el espectro de opciones permitidas más allá del pescado. Aunque la carne de mamíferos se encuentra restringida, existe una variedad de alternativas para complementar la dieta en este período. Las carnes blancas, como pollo, pavo, pato y ganso, están permitidas durante la Cuaresma. Del mismo modo, el pescado y los mariscos se presentan como opciones válidas, respetando las normas de abstinencia. Además, los fieles pueden optar por incluir en su alimentación productos como huevos, lácteos y granos.
Enlace Latino de igual manera comentó que durante la Cuaresma, existen días específicos señalados por la Iglesia en los que se practica la abstinencia de carne. El Miércoles de Ceniza, que señala el inicio de esta temporada, es uno de estos días, estableciéndose como jornada de ayuno y abstinencia; por ende, los fieles eligen abstenerse de consumir carne.
Esta práctica se repite cada viernes de la Cuaresma, días en los que tradicionalmente se opta por el pescado como sustituto, manteniendo el espíritu de sacrificio y devoción. El Viernes Santo, conmemorando la crucifixión de Jesús, se asume como el día de mayor rigor en cuanto a ayuno y abstinencia, reafirmando la abstención del consumo de carne como expresión de penitencia y reverencia ante el sacrificio de Cristo.
La abstención de consumir carne durante los días señalados en la Cuaresma no constituye un mandato obligatorio impuesto por la Iglesia Católica; más bien, se propone como una recomendación enfocada en fortalecer el sentido de comunidad y unidad entre los fieles. Esta práctica es sugerida como medio para profundizar en la reflexión y la conexión espiritual, especialmente en la conmemoración de la Pascua.
Por otro lado, en Colombia la Semana Santa cuenta con dos días feriados obligatorios, el Jueves Santo y el Viernes Santo. Sin embargo, este año presenta una particularidad; al coincidir con la conmemoración del Día de San José, el lunes 25 de marzo ha sido también declarado feriado. Esta disposición especial amplía el período de descanso durante la Semana Santa a tres días.