Mediante un significativo avance en la lucha contra el reclutamiento forzado de menores, el Ejército Nacional de Colombia logrado rescatar a 85 niños, niñas y adolescentes en el transcurso del 2024. De acuerdo con lo informado por la institución militar, estos menores habían sido reclutados por diversos grupos armados organizados, incluidos el ELN, el GAO-r, y el Clan del Golfo, entre otros.
Cabe destacar que este rescate forma parte del Plan Operacional Ayacucho, diseñado para salvaguardar a los jóvenes de la influencia y control de estas facciones ilegales. Asimismo, las operaciones de rescate se concentraron principalmente en los departamentos de Antioquia, Meta, Cauca, Arauca y Valle del Cauca. En estas áreas, los grupos armados ilegales vulneraban sistemáticamente los derechos fundamentales de los menores, privándolos de la educación, el bienestar sanitario, el ambiente familiar y el desarrollo en un entorno seguro y saludable.
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De otro lado, la reintegración de los menores rescatados fue posible gracias a la coordinación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) y otras autoridades competentes, que trabajan en el restablecimiento de sus derechos conforme a la Convención de los Derechos del Niño y otras normativas internacionales.
“Rechazamos esta acción ilícita del reclutamiento forzado, donde se pone en peligro la vida e integridad de los menores en las diferentes regiones del país; es por ello que invitamos a las comunidades a denunciar estos hechos a través de la línea 147 para proteger unidos a nuestras futuras generaciones”, enfatizaron desde la institución castrense a través de un comunicado.
Las Fuerzas Militares aseguraron que continúa reafirmando su compromiso con la protección de la población civil, en particular de los menores de edad, frente a amenazas como el reclutamiento forzoso por parte de grupos ilegales. La lucha contra esta práctica ilícita no solo implica intervenciones militares y colaboración interinstitucional, sino también un llamado a la sociedad para denunciar estos hechos, usando mecanismos como la línea 147, destinada a la protección de las futuras generaciones de Colombia.
Rescatan a joven indígena de las garras de disidencias de las FARC en Putumayo
De hecho, uno de los más recientes rescates ocurrió el cinco de marzo en zona rural de Puerto Guzmán, Putumayo, donde unidades del Ejército Nacional y la Armada lograron la recuperación de un joven indígena menor de edad que había sido reclutado forzosamente por la facción Carolina Ramírez del grupo disidente Estado Mayor Central de las Farc. Este joven de 17 años habría sido incorporado al grupo armado contra su voluntad hacía aproximadamente tres años, a través de engaños y amenazas.
El joven, quien aparentemente estuvo expuesto a maltratos y abusos mientras estuvo con el grupo armado, se encontraba bajo un riesgo constante debido a los enfrentamientos violentos por el control territorial contra otra facción conocida como Comandos de la Frontera de las disidencias de las Farc, Segunda Marquetalia. La situación de violencia y peligro que enfrentaba el joven era insostenible, llevándolo a la decisión de alejarse de estas dinámicas de conflicto.
Luego de su recuperación, el adolescente fue trasladado fuera del área de peligro por tropas de la Vigésima Séptima Brigada de Selva del Ejército. En seguimiento a los protocolos de protección a menores, fue entregado al Icbf para el proceso de restablecimiento de sus derechos fundamentales. Este evento marcó el segundo caso de recuperación de un menor en menos de una semana en esta región al sur del país, destacando la persistente problemática de reclutamiento forzado de menores por grupos armados en la zona.
La presencia y las operaciones de las Fuerzas Militares en Putumayo tienen como fin último salvaguardar la seguridad y el bienestar de la población civil, enfrentándose a los retos que implica la presencia de grupos armados ilegales que disputan el control territorial. La recuperación de estos jóvenes no solo refleja los esfuerzos en curso por parte de las autoridades militares, sino también subraya la complejidad del conflicto armado interno que aún persiste en algunas regiones de Colombia.