La belleza de la biodiversidad en el país ha hecho que millones de personas de diferentes naciones quieran recorrer los paisajes que en él se esconden. En Bogotá, por ejemplo, una ciudad en la que conviven más de 10 millones de personas, entre el caos de los trancones, la contaminación —del aire y auditiva—, en ocasiones se hace imposible pensar que cerca existan espacios donde desconectarse de todo eso.
Además, la distancia que hay entre los paisajes que ofrece el Eje Cafetero, la inmensidad de la selva en el Amazonas o los kilómetros que hay que recorrer para llegar a la playa, hace necesario replantear los planes para descansar. Es por eso que destinos como Villa de Leyva, Chía o Sopó sean los preferidos; sin embargo, el portal Alamo hizo las siguientes recomendaciones.
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Cascada La Chorrera - Choachí
Muy cerca de Bogotá se encuentra el municipio de Choachí, en el que se encuentra un destino turístico con alta importancia ambiental como es la cascada de La Chorrera. Este torrente de agua de 590 metros está ubicado a 45 minutos de la capital del país, que cuenta con seis diferentes caídas, ostenta el título de “la cascada más alta de Colombia”, siendo la sexta en Suramérica, de acuerdo con la World Waterfalls Database.
Laguna de Guatavita
La Laguna de Guatavita guarda una de las historias desde su descubrimiento, pues cuenta la leyenda que del cacique que obligó a su esposa a comer en público el corazón de su amante. La mujer huyó del lugar con su hija en brazos y se arrojó al lago, que paradójicamente lleva el nombre del despiadado muisca.
Está ubicada en Sesquilé, a 57 kilómetros por la salida norte de Bogotá, y su ubicación la convirtió en un área protegida ambientalmente a la que se puede llegar únicamente a través de un sendero por una zona montañosa. En el camino, quienes han visitado el lugar, dicen haber encontrado animales silvestres como zorros, águilas y mirlas de páramo; además, al llegar a la zona más alta se puede ver la inmensidad de la laguna.
Otra de las leyendas que guarda el sitio, es que allí los muiscas lanzaron todo el oro que poseían antes de ser arrebatado por los españoles y en ocasiones, en las noches, se puede ver brillar el metal precioso desde el fondo de la laguna.
Catedral de Sal de Zipaquirá
Está ubicada en el municipio de Zipaquirá y se le conoce como la primera maravilla de Colombia. Se trata de una excavación minera en la que de sus paredes brota sal y allí, se construyó el primer Templo Suterráneo del Mundo, ubicado a 180 metros bajo tierra.
En el recorrido podrá encontrar las diferentes historias que guarda su construcción, así como los espacios en los que se podrá tomar varias fotografías de obras de arquitectura y artísticas, como la cruz más grande el mundo, hecha totalmente en roca salina. En 45 minutos podrá vivir la experiencia de convertirse en minero, aprendiendo sobre la extracción de roca salina, con la protección indicada, que es casco y linterna.
Piedras del Tunjo – Facatativá
Se trata del único parque arqueológico ubicado cerca de una zona urbana en todo Suramérica, a 40 kilómetros del casco urbano de Bogotá. El espacio abierto cuenta con 27 hectáreas con abrigos rocosos, pinturas rupestres, paisajes llenos de vegetación, un lago en su interior y desde donde se observa el municipio de Facatativá.
Podrá recorrerlo a pie, en bicicleta, carro o motocicleta y se permite el ingreso de mascotas, además, de disfrutar de la conexión con la naturaleza y respirar del aire puro.
Suesca
Ubicado en el antiguo asentamiento muisca, las rocas de Suesca y el Valle de los Halcones son el lugar perfecto para los amantes de escalar sin necesidad de ser un experto. Quienes visitan el lugar, solo deben esperar encontrarse con dos kilómetros de recorrido de terreno rocoso con alturas entre los 20 y 130 metros de alto.
Además de cultivar la pasión por escalar, Suesca cuenta con actividades al aire libre como rappel, caminatas por cuevas, conocer los Monolitos, el Altar de la virgen de las Rocas de Suesca y la Laguna. Hay hospedaje para todos los gustos y presupuestos, incluso, hay quienes disfrutan de acampar en el sitio.