Se conoció el miércoles sies de marzo de 2024 que Jhon Keneber Cárdenas Murillo, alias El Cebollero, será trasladado a la cárcel La Picota. Esta decisión tuvo lugar luego de que se conociera un video que fue viralizado a través de la red de mensajería instantánea WhatsApp, en el que el sindicado lanzó fuertes amenazas contra el alcalde de La Dorada (Caldas), Freddy Saldaña, al igual que contra miembros del Instituto Nacional Penitenciario de Colombia (Inpec) e, incluso, contra el director de la Policía Nacional, general William René Salamanca.
La decisión se tomó tras la requisa que llevaron a cabo las autoridades penitenciarias a la cárcel de máxima seguridad de Doña Juana, en donde se efectuaron decomisos en la celda que ocupaba el recluso.
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“Voy a darle donde más le duela al municipio de La Dorada (Caldas), que es en la alcaldía. Ayer entré mis propios hombres y le tomaron fotos. Ahora, que le quede bien claro que está hablando El Cebollero. Ahora, voy a lanzar una granada a la alcaldía y voy a matar a un funcionario del Inpec”, había manifestado el confeso criminal, que la emprendió, además, contra dos efectivos del Inpec que de acuerdo con su relato tendría plenamente identificados y monitoreados.
“Voy a matar al funcionario del Inpec bien llamado Sebastián López y al capitán López Sepúlveda, Juan Ramiro, que anda en un vehículo, ese vehículo será atentado y baleado, será volteado con esos hombres que tiene placas de esta ciudad”, agregó en su grabación Cárdenas Trujillo, el cual es reconocido por su accionar delictivo en el centro y occidente del país, en especial en departamentos como Tolima, Caldas y Valle del Cauca, entre otros.
Tras la divulgación de este video, se determinó por parte del Inpec privarlo de los privilegios que, a juzgar por lo que se puede ver en la mencionada pieza audiovisual, tenía el hombre, que también es llamado alias Kenner. Pues como si estuviera en la sala de su casa, no tuvo problema con grabarse con un dispositivo móvil y lanzar toda clase de intimidaciones al mandatario local y a los funcionarios del organismo encargado de la seguridad en los centros de reclusión.
Estrictos controles en su contra
Así como en su momento ocurrió con Ober Ricardo Martínez, alias El Negro Ober, que aprovechó sus comodidades en la cárcel de Girón (Santander) para amedrentar a quienes, según él, se estaban metiendo con su círculo más íntimo —entre ellos su esposa, Julieth Vanessa Martínez—, El Cebollero será trasladado a un penal de máxima seguridad, en donde estará bajo estricta vigilancia de los uniformados para que no pueda continuar con su ofensiva criminal.
El comportamiento del hombre que se hizo famoso con este particular remoquete ha sido objeto de atención mediática en varias ocasiones. Su historial delictivo incluye su participación en el cartel de la cebolla larga en el país, además de liderar una oficina de sicarios que trabajaba para esta misma organización delictiva en Ibagué, en donde tenía su centro de operaciones antes de ser capturado por efectivos de la Policía Nacional, que le pusieron un ‘tatequieto’.
En 2015, fue el protagonista de un ataque a una enfermera en el hospital Federico Lleras Acosta de la capital tolimense, al propinarle una herida con una jeringa en el cuello. Por su parte, en 2022, también se conoció su peculiar protesta, al cocerse la boca en la prisión La Tramacúa, de Valledupar, después de participar en una huelga de hambre para pedir un traslado de la prisión con el propósito de estar cerca de su familia; objetivo que a la postre no logró consumar.
A su vez, en agosto de 2023 se hizo viral un video suyo en el que se quejaba de tratos inhumanos, desde la cárcel San Isidro de Popayán, en donde compartía con Martínez, cabecilla de Los Rastrojos Costeños. “Nos tienen completamente incomunicados”, indicó por ese entonces Jhon Keneber Cárdenas, que se ha convertido en un dolor de cabeza para el instituto carcelario.