El primero de marzo de 2024, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá informó sobre la captura de un hombre de nacionalidad estadounidense sindicado de cometer crímenes sexuales en contra de menores de 15, 16 y 17 años en el barrio La Floresta de Medellín.
De la misma forma, las autoridades remarcaron que mediante una investigación se comprobó que el norteamericano ingresaba y salía del país desde 2021 para contactar menores a quienes ofrecía entre $250.000 y $300.000 por sostener relaciones sexuales con él, sumado a múltiples regalos para convencerlas de no denunciarlo.
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Sin embargo, en la tarde del 4 de marzo, el medio de investigación El Armadillo, reveló detalles inéditos sobre el caso del estadounidense, que fue capturado en presencia de una menor de 16 y del que las autoridades tenían indicios de su accionar desde septiembre de 2023.
En primer lugar, remarcaron que desde la Alcaldía de Medellín les informaron que había 30 registros mensuales de denuncias telefónicas por parte de los vecinos del norteamericano, debido a que este realizaba múltiples fiestas en las que ingresaban jóvenes que parecían menores de edad.
De la misma forma, resaltaron que la identidad con la que los residentes de esta zona conocían al estadounidense era Dominick Divencenzo, que alegó que sus vecinos eran xenófobos.
Dentro de los datos inéditos revelados por El Armadillo, se resalta que las primeras quejas fueron por una serie de remodelaciones que el norteamericano realizó al apartamento en el que vivía, sin permiso de la administración.
Fue en octubre que los vecinos comenzaron a informar que en esta residencia se llevaban a cabo múltiples fiestas, lo que hizo que uno de los residentes lo comparara con un burdel.
A pesar de que la policía intervino en varias ocasiones en las fiestas de Divencenzo, en ninguno de los procesos fueron solicitados los documentos de las mujeres que estaban dentro del apartamento y tampoco se registraron comparendos en contra del extranjero.
Durante la investigación, El Armadillo contactó al norteamericano, pero este negó estar involucrado con menores; sin embargo, cuatro meses después se registró su captura por la denuncia de tres menores que afirmaron haber sido abusadas por él.
Sobre aspectos más puntuales de la identidad del norteamericano, remarcaron que uno de los residentes del edificio afirmó que era un militar retirado que aseguraba vivir de la pensión que le suministraba el Gobierno norteamericano.
Debido a la captura de tres estadounidenses por crímenes sexuales en los últimos días de febrero y los primeros de marzo, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se pronunció durante una atención a medios en la que destacó que no permitirá que la capital de Antioquia sea utilizada como un destino sexual.
“No pueden venir a Medellín a hacer lo que quieran. Trabajaremos directamente con migración, trabajaremos con los aeropuertos, trabajaremos con todo mundo para fortalecer el turismo en la ciudad y para avanzar”.
De la misma forma, agradeció a la Embajada de los Estados Unidos por entender su postura y anunció que trabajara para convertir a Medellín en un espacio seguro para los turistas positivos.
“Yo quiero agradecerle de verdad a la embajada por este trabajo en equipo, la preocupación la compartimos y lo que queremos es que Medellín sea un destino mundial de turismo, pero un turismo de valor”, puntualizó el alcalde de Medellín.