El periodista deportivo Iván Mejía Álvarez reveló haber padecido depresión luego de su retiro de la televisión como comentarista.
El comentarista caleño habló de sus casi 50 años de trayectoria profesional y los episodios de tristeza que experimentó tras su dedición de jubilarse, luego de cubrir el Mundial de Rusia 2018, el cual fue su último viaje como analista en deportes.
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El retiro de Iván Mejía Álvarez fue voluntario, ya que eligió hacerse a un lado del mundo periodístico para pasar más tiempo consigo mismo y con su familia, especialmente con sus nietos. Debido a que en este punto de su vida, su visión es que hay que ir caminando con lo que el día a día traiga. Verse alejado de las cámaras, la emoción de los estadios y el cariño de su público desencadenó cuadros de ansiedad y depresiones. “Es algo que no se lo deseo a nadie”.
Mejía salió de los medios, pero no silenció su opinión, puesto que cinco años después de su despedida de la radio y la televisión su opinión continúa vigente y causa controversia en la red social X, donde suma más de medio millón de seguidores que debaten con él y hacen tendencia sus comentarios sobre actualidad nacional y deportiva.
Su nueva vida trascurre en la ciudad de Cartagena, donde se radicó para llevar un ritmo de vida más tranquilo alejado de las canchas de fútbol, las cámaras y los micrófonos. Allí disfruta de la compañía sus seres queridos y del golf, una de sus mayores pasiones. No obstante haber completado 50 años en la prensa le genera nostalgia, pues de una u otra forma extraña ejercer su profesión.
La vida de Iván que a sus 73 años de edad, admitió haber pasado por una fuerte depresión, no solo cambió al verse fuera de las pantallas, si no que también atravesó por la separación de su esposa que lo llevó a sentirse solo. “Me he sentido depresivo en algunos momentos. La ‘depre’ es algo que no se lo deseo a nadie, cuando te entra ese sentimiento es bravo”, confesó el periodista en retiro en el programa Se Dice De mí, de Caracol televisión”.
Cinco años fuera de las pantallas
Mejía reconoció que perseguir sus objetivos y hazañas periodísticas lo enfocaron en su rol profesional, abandonado otros aspectos de su vida que ahora extraña no haber cultivado.
“A ratos me siento muy solo, pero eso fue lo que escogí y tengo que aprender a sobrellevarlo, pues no conozco al primero que siempre sea feliz, no conozco a nadie que siempre sea triste”.
El vallecaucano también reveló que en sus momentos de soledad ha tenido pensamientos que no van con la realidad, y ha encontrado enemigos donde no los hay: ”Yo soy un hombre solo y a ratos triste. Esos momentos de soledad te llevan a la sobre pensadera. Entonces, cuando llega eso, es fácil no aceptarse a sí mismo y encontrar enemigos que no hay”.
Hincha de Los diablos rojos
Corría el año 1958 cuando asistió por primera vez al Estadio Nemesio Camacho el Campín en la ciudad de Bogotá a donde ese trasladó su familia a vivir. Ese día con tan solo ocho años de edad, Iván Mejía Álvarez decidió que sería seguidor del América de Cali.
“Mi papá me llevó a ver el encuentro entre Millonarios y América. Él era hincha del Santa fe. Pese a que el partido terminó siendo un fracaso para el equipo rojo que perdió 4-1 frente al azul, Iván decidió que quería proteger al mas débil. Nunca he negado que me gusta estar del lado de los débiles, hasta el día de hoy sigo siendo hincha del ‘mechita’.