Maximiliano Tabares fue golpeado durante dos días sin piedad alguna hasta que le ocasionaron la muerte. Este lamentable acto de violencia sacudió al país a finales de 2022, después de que la madre del menor denunciara su supuesta desaparición por lo que las autoridades atendieron el caso, lejos de imaginarse cuál habría sido el desenlace.
El 4 de marzo de 2024, un juez especializado de Antioquia emitió el sentido de fallo condenatorio en contra de Sandra Patricia Caro Pérez, como se identifica la madre del pequeño, así como también en contra de Fabián Andrés Carmona Ramírez, padrastro de Maximiliano.
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Los dos son señalados de participar en la muerte del menor de seis años de edad, la cual se dio en el municipio de Remedios, ubicado en el nordeste antioqueño y, según lo pudieron establecer las autoridades, se trato de un acto violento en medio de un ritual de santería.
Es por ello que los señalados responsables están siendo investigados por los delitos de homicidio agravado, tortura agravada y desaparición forzada agravada, teniendo en cuenta que atentaron en contra de la integridad del pequeño.
Ante la gravedad de esta situación, la Fiscalía General de la Nación pidió que se imponga la máxima pena consagrada en el código penal, teniendo en cuenta que se trata de un menor de edad, indefenso ante las acciones de sus cuidadores que decidieron acabar con su vida.
Muerte de Maximiliano Tabares
Sandra Patricia Caro Pérez, madre del niño, reportó su supuesta desaparición el 21 de septiembre de 2022, asegurando que perdió el rastro del pequeño después de que este fuera a una tienda cerca a su casa en el corregimiento de la Cruzada (Remedios).
Aunque en medio de las investigaciones, las autoridades lograron establecer que el menor de edad fue transportado un día antes de la denuncia en un vehículo con rumbo al vecino municipio de Segovia, en el cual también se movilizaba su madre y su padrastro.
Los parientes de Maximiliano lo habrían llevado con miembros del grupo delincuencial conocido como Los Carneros, del cual Fabián Andrés Carmona (padrastro del menor) sería líder y su objetivo sería realizar un sacrificio con el pequeño para ubicar una guaca de oro que supuestamente se encontraba en la zona minera.
Precisamente, en Segovia fue donde el menor se convirtió en víctima de todo tipo de agresiones, pues fue golpeado durante dos días, de acuerdo con el reporte que reposa en el expediente generado tras el trabajo articulado de la Fiscalía, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Policía de Infancia y Adolescencia.
Del mismo modo, se logró establecer que el grupo criminal se dedicaba a la realización de las prácticas esotéricas y trabajaba en el negocio de la minería por lo que, presuntamente, habrían adelantado este violento acto en contra de la vida de Maximiliano Tabares para conseguir un acceso a la supuesta guaca.
Estos hechos se lograron esclarecer con la colaboración de alias Orejas, un criminal que reveló la ubicación de la fosa en donde se enterró el cuerpo del menor de edad y acompañó a las autoridades a la diligencia.
Después del hallazgo del cuerpo, las autoridades capturaron a la madre y el padrastro del niño, así como a la abuela y otras personas que vivían en el mismo lugar. Los habitantes del sector intentaron linchar a los responsables de este violento hecho.
En medio de las audiencias, la abuela materna del menor, Damaris Estela Pérez Escalante, y su compañero sentimental, Fabián Alberto Monsalve, fueron absueltos, debido a que inicialmente se indicó que hacían parte de la misma secta que le ocasionó la muerte al pequeño.