Canadiense estafó a figuras de la sociedad colombiana con bonos de carbón: literal, les vendió humo

Se trata del empresario canadiense de 58 años Gerald Thomas Liddle, que se presentó como un reconocido experto en ciencias climáticas y forestales, y especialista en el mercado de fijación de precios del carbono

Estafador canadiense con propuesta ambiental logró engañar y estafar a 13 colombianos - crédito Jardín Botánico de Bogotá

El canadiense Gerald Thomas Liddle logró crear una amplia red de engaños que traspasó fronteras internacionales, y que afectó a exministros, inversionistas y profesionales destacados en al menos cinco países, incluido Colombia. Originario de un pequeño pueblo de apenas tres mil habitantes en Canadá, este empresario se ha encontrado en el lucrativo mercado de los bonos de carbono, que manejó alrededor de 84 mil millones de dólares a nivel mundial en 2021. Al parecer entre los afectados se encuentran una empresa minera y trece colombianos.

La investigación publicada por La Silla Vacía ha sacado a luz una compleja red de estafas perpetrada por un individuo, afectando gravemente a una empresa minera y a 13 colombianos, en su mayoría profesionales de Bogotá con educación en universidades de prestigio y destacadas carreras en sus respectivos campos. El fraude, que se estima podría ascender a más de 2.200 millones en concepto de sueldos impagos, arrendamientos y pérdidas para los inversores.

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Uno de los afectados por el accionar de Liddle fue Frank Pearl, exministro de ambiente, exprecandidato presidencial y exnegociador del gobierno en los acuerdos de Paz con las Farc. Pearl, víctima directa de esta estafa, describe al individuo como un auténtico “hampón” que no solo le robó el trabajo, sino que, además, lo defraudó económicamente. Aunque el exfuncionario se muestra reservado respecto al acuerdo monetario no cumplido por el estafador, existen registros que confirman una deuda de 56 millones de pesos hacia él.

La participación de Frank Pearl como figura central en la red de conexiones establecidas por Liddle resultó crucial para el avance de sus operaciones fraudulentas. Tal como lo detalla el informe periodístico, Pearl funcionó efectivamente como la punta de lanza que facilitó la integración de RainTree, la empresa vinculada a Liddle, en un entramado que incluyó al Ministerio de Medio Ambiente, diversas organizaciones no gubernamentales, así como entidades públicas y privadas.

Frank Pearl fue uno de los afectados por la estafa del canadiense Gerald Thomas Liddle - crédito ACP

El exalto comisionado para la Paz durante el gobierno de Juan Manuel Santos sin tener una implicación directa en los planes concebidos por el estafador, el comisionado tomó la decisión de advertir a los inversionistas sobre las verdaderas intenciones detrás de las propuestas del empresario.

El medio antes citado también compartió el testimonio de otro de los afectados, Rodrigo Vivas, que narró que, durante su estancia en Colombia, entre los meses de abril y diciembre de 2022, Gerald Thomas Liddle se sumergió en un estilo de vida marcado por el lujo y la extravagancia, y vivía en un penthouse en Rosales, uno de los barrios más exclusivos de Bogotá, por lo que sus acciones no pasaron desapercibidas.

Vivas comentó que hubo incidentes que llamaron la atención, incluso, del personal del edificio, como la ocasión en que el portero se vio en la necesidad de contactarlo debido a la solicitud inusual de Liddle de querer introducir a cinco mujeres al apartamento, contraviniendo claramente las normas del lugar.

El supuesto empresario canadiense llegó a sostener reuniones con figuras destacadas del ámbito ambiental y empresarial colombiano, como Sandra Vilardy, viceministra de Ambiente durante el mandato de Gustavo Petro, y Carlos Cavelier, presidente de la reconocida empresa de lácteos Alquería. Sin embargo, a pesar del interés que pudo despertar la propuesta de Liddle en términos de innovación y sostenibilidad, la percepción sobre la capacidad real de Liddle para llevar adelante el proyecto era cuestionable.

El fraude del canadiense, que se estima podría ascender a más de 2.200 millones en concepto de sueldos impagos, arrendamientos y pérdidas para los inversores- crédito REUTERS/Luisa González

Carlos Cavelier, al expresar sus reservas en La Silla Vacía sobre la falta de recursos financieros de Liddle para iniciar el proyecto, subraya una preocupación crucial en el mundo de los negocios y las inversiones: la importancia de contar con una base material sólida para la implementación de cualquier propuesta, más allá de la novedad o el atractivo que esta pueda tener.