Robo en Zoológico de Guátika: seis animales exóticos están desaparecidos

El tráfico de fauna exótica en Colombia es una problemática significativa que afecta a la biodiversidad de uno de los países más ricos en especies en el mundo. Esta actividad ilegal consiste en la captura, venta y distribución de animales silvestres, muchos de ellos en peligro de extinción ya sea para ser comercializados como mascotas, la elaboración de productos o para ser exhibidos en colecciones privadas.

En un evento delictivo que indignó a la comunidad de Tibasosa, Boyacá, el Zoológico de Guátika se convirtió en el blanco de ladrones la madrugada del 28 de febrero, cuando se robaron seis animales exóticos. Se especula que este hurto pueda estar conectado con el tráfico ilegal de especies, una preocupación creciente en la región.

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Al parecer, los delincuentes forzaron la entrada al recinto cortando candados y mallas de seguridad, un acto que deja en evidencia una premeditación y conocimiento de la zona. Los animales robados, identificados por el personal de Guátika al amanecer, incluyen dos faisanes dorados, dos ocelotes y dos cernícalos americanos, especies altamente valoradas en el mercado negro de fauna. La ausencia de estos animales fue rápidamente notada debido a las evidentes señales de intrusión y restos de alimentos utilizados presuntamente para distraer a las víctimas de este hurto.

La preocupación es aún mayor por el estado de salud de algunos de los animales sustraídos, en especial un ocelote que está bajo un tratamiento especial y cuya vida está en riesgo sin los cuidados adecuados. La Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) emitió un llamado a la comunidad para suministrar cualquier información que pueda dar con el paradero de los animales, ofreciendo números de contacto para facilitar la comunicación: 3219507750 o las líneas de Policía Nacional, 123 y 3134931313.

Este incidente no solo pone en peligro la vida de especies vulnerables sino que también empaña la reputación del Zoológico de Guátika, conocido por su compromiso con la preservación de fauna silvestre. Las autoridades intensificaron las revisiones en los puntos de control de la Policía de Carabineros en Boyacá, esperando interceptar a los criminales antes de que puedan comercializar ilegalmente estos irremplazables seres vivos.

La tenencia ilegal de animales silvestres como mascotas es un delito sujeto a sanciones económicas y posibles penas de cárcel bajo la ley 1333 de 2009. Este tipo de prácticas no solo repercute negativamente en el equilibrio ecológico de los ecosistemas, sino que también pone en peligro la supervivencia de las especies involucradas y puede acarrear riesgos significativos para la salud humana.

Esta legislación busca prevenir la extracción y explotación indebida de fauna silvestre de sus hábitats, apuntando a la conservación de la biodiversidad y al mantenimiento de los ciclos naturales que sostienen la vida en el planeta. Además, se hace énfasis en el bienestar animal, considerando cruel y estresante la vida en cautiverio para estas especies, ya que afecta sus patrones naturales de alimentación, desarrollo y reproducción.

Las consecuencias de introducir especies exóticas en entornos no naturales para ellas pueden ser devastadoras. Al convertirse en especies invasoras, tienen el potencial de desplazar a las nativas, alterar los ecosistemas y, en casos extremos, provocar extinciones. Esta situación no solo compromete la diversidad biológica, sino que también puede desencadenar cambios irreversibles en los hábitats afectados.

Además, los riesgos asociados a la convivencia de seres humanos con animales silvestres no domesticados son significativos. La posibilidad de agresión, como resultado de un mecanismo de defensa natural o el estrés provocado por el confinamiento, junto con el riesgo de transmisión de enfermedades, constituye una problemática de salud pública que no debe ser subestimada.