La reciente escalada de tensiones entre Colombia e Israel, el presidente Gustavo Petro anunció la suspensión de la importación de material bélico desde el país mediterráneo.
Esta decisión llega después de un ataque en Gaza que culminó con la muerte de más de cien personas durante una operación que involucraba la distribución de alimentos, el jueves 29 de febrero.
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En un mensaje divulgado, el jefe de Estado calificó el suceso de “genocidio” y propuso que “el mundo debe bloquear a Netanyahu”, refiriéndose al primer ministro de Israel.
El núcleo de la controversia radica en una transacción armamentística entre las dos naciones, que ahora se encuentra paralizada. Colombia ha estado adquiriendo un amplio espectro de equipo militar de Israel, incluidas armas de fuego, como la pistola semiautomática Jericho y el rifle X95, así como los fusiles Galil, además de misiles antitanque Nimrod y Spike, y sistemas de artillería como el Atmos.
Incluso, en la década de los noventa, Colombia incrementó su flota aérea con 24 aviones de combate Kfir. Según reporta el periódico El Espectador, citando al Centro de Educación Militar y de la Industria Militar Colombiana (Indumil), esta cooperación militar ha involucrado compras de defensa por un total aproximado de 325 millones de dólares.
Este es el listado completo de las armas que eran importadas desde Israel:
- Aviones de combate Kfir: estos fueron adquiridos en la década de los 90 y son consideradas como algunas de las aeronaves más destacadas de la flota de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC).
- Pistola semiautomática Jericho la cual es usada por diversas fuerzas de seguridad del país.
- Rifle X95: es usado por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional.
- Ametralladora Negev NG7: fabricada desde el 2016 en Colombia bajo licencia. Es usada por el Ejército, la Policía y la Fuerza Aeroespacial.
- Misiles antitanques Nimrod y Spike: Son usados por el Ejército en diferentes vehículos y también en helicópteros.
- Fusiles Galil: Son empleados por Ejército Nacional, la Policía y el CTI de la Fiscalía. En Colombia, se fabrica una línea de este tipo de fusil, la cual se conoce con el nombre de Córdova. La licencia fue otorgada en exclusiva por la industria israelí.
- Sistema de cañón autopropulsado Atmos: Esta arma fue recientemente adquirida por el Ejército.
- Vehículos militares de artillería M-462 y baterías antiaéreas Eagle Eye: En la actualidad forman parte del equipamiento armamentístico del Ejército Nacional.
- Helicóptero AH-60: Esta aeronave es fabricada en el país con la colaboración de la empresa israelí Elbit Systems.
- Aviones no tripulados Hermes: Los cuales son usados por la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC).
El panorama se oscurece para la relación bilateral entre Colombia e Israel con la determinación de Petro, que refleja no solo un acto de política exterior, sino también una postura ética frente a los eventos en Gaza.
El impacto de este cese en la compra de armamento sobre las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, así como sobre la industria de defensa de Israel, está aún por verse. Este acto podría señalar un cambio en la manera en que Colombia aborda sus alianzas internacionales y sus políticas de defensa, reevaluando sus proveedores de armamento en medio de los conflictos actuales.
Por qué el presidente Petro tomó la decisión de dejar de importar armas desde Israel
La suspensión de la compra de armas fue anunciada por el presidente Gustavo Petro tras los disturbios registrados el 29 de febrero en la Franja de Gaza, donde fuerzas israelíes dispararon contra una multitud desesperada por acceder a un convoy de ayuda humanitaria.
Este conflicto dejó decenas de gazatíes heridos y algunos fallecidos, en un evento marcado por la desesperación y el caos. Además, se informó de la muerte de más de 25,000 mujeres y niños palestinos desde octubre, durante la ofensiva militar israelí en la región, según declaraciones del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.
La situación se agravó cuando un convoy que se dirigía desde el sur de Gaza al norte fue abordado de manera abrupta por miles de personas. La estampida resultante provocó severas lesiones y muertes, con algunos individuos siendo atropellados por los mismos vehículos de ayuda.
Este lamentable suceso destacó la intensa necesidad de asistencia humanitaria en Gaza y las tensas relaciones entre Israel y Palestina, exacerbando aún más el ya de por sí delicado contexto en el que se desarrolla este conflicto centenario.
Las declaraciones de las autoridades israelíes, junto con los reportes de salud de Gaza y testimonios de testigos, evidencian la dramática situación vivida durante los hechos.
Esta cadena de eventos ha desencadenado una serie de reacciones internacionales, incluyendo la decisión de suspender la compra de armas, lo que sugiere un momento crítico en las relaciones y políticas armamentísticas regionales e internacionales en respuesta a las acciones militares y la crisis humanitaria en Gaza.
La importancia de este desarrollo radica no solo en las implicaciones inmediatas para la población de Gaza, sino también en las potenciales repercusiones para la estabilidad y la seguridad en Medio Oriente. La comunidad internacional, así como las organizaciones de derechos humanos, mantienen su atención sobre una resolución pacífica y justa que ponga fin a las hostilidades y garantice la protección y el bienestar de los civiles afectados.
Ante este hecho se desataron algunas reacciones de generales retirados de las Fuerzas Militares
El presidente, Gustavo Petro, decidió suspender la compra de armamento a Israel, generando una serie de advertencias por parte de altos mandos militares retirados sobre posibles consecuencias negativas para las fuerzas armadas del país. Entre las preocupaciones expresadas, se destaca el posible impacto en la operatividad de los aviones Kfir y la disponibilidad de fusiles para los soldados colombianos.
La decisión de Petro llega tras un operativo en Gaza que resultó en la muerte de más de un centenar de personas, lo que el mandatario colombiano ha calificado de genocidio. La suspensión incluye la adquisición de equipo militar como fusiles y piezas esenciales para el mantenimiento de la flota aérea del país. Este giro en la política de defensa de Colombia podría dejar a sus fuerzas militares sin los recursos necesarios para su funcionamiento, ya que históricamente han dependido en gran medida del armamento israelí.
Eduardo Zapateiro, excomandante del Ejército Nacional, Guillermo León, excomandante de la Fuerza Aérea Colombiana, y Jorge Luis Vargas, exdirector de la Policía Nacional, han manifestado su inquietud a través de la entrevista en Semana, señalando los riesgos a la seguridad nacional y la estabilidad de las misiones de paz en el extranjero. La dependencia de Colombia del equipamiento militar israelí se refleja en el uso extendido de fusiles Galil y aviones Kfir, cuyo mantenimiento y suministro de repuestos están ahora en duda.
“Una de las transferencias más importantes es el fusil galil, el equipo individual de todos los soldados de Colombia. Este fusil, que también Indumil y Policía lo dan a las demás fuerzas, tiene un elemento muy importante que es el alma del arma. El alma de ese fusil es el cañón y el cañón lo produce Israel. En ese orden de ideas, quedaría Colombia sin fusiles para nuestros soldados porque ese cañón no lo vamos a poder sacar adelante, sino que Israel es quien lo proporciona”, dijo el general retirado, Eduardo Zapatero a Semana.
Así mismo, el excandidato a la Alcaldía de Bogotá, el general Jorge Luis Vargas dijo: “Miren a Venezuela, miren a Nicaragua. Esa decisión es muy peligrosa, muy aterradora en términos de garantizar libertades y democracia en Colombia”
Además, los exmandos militares alertaron sobre el peligro de que Colombia busque alternativas en proveedores de tecnología militar de países como China y Rusia, lo que podría tener implicaciones más amplias para la democracia y las libertades en el país. La preocupación surge como un eco de situaciones adversas en otros países de la región que han tomado rutas similares.
Esta medida, según se reporta, también ha causado tensiones diplomáticas con Israel, exacerbando los desencuentros con el embajador israelí en Bogotá, Gali Dagan. El contexto de esta decisión está marcado no solo por las recientes actividades militares en Gaza, sino también por declaraciones políticas que buscan reorientar las relaciones exteriores y la política de defensa de Colombia.