Toda una polémica se ha generado por la vestimenta con la que se presentó el concejal de Santa Marta Miguel Martínez Olano a una sesión del Concejo. El servidor público asistió al recinto en camiseta y bermuda, lo que para algunos es una falta de respeto. A pesar de las críticas, El Mono Martínez, como es conocido, aseguró que la ropa que utiliza es irrelevante.
Una de las personas que cuestionó su atuendo fue el concejal Anselmo Arturo Gual de la Hoz, del mismo partido de Martínez Olano -Alianza Democrática Amplia-, que recurrió al reglamento del Concejo para resaltar la aparente falta que cometió el funcionario al llegar vestido así a su lugar de trabajo.
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“En el orden interno del Concejo (sic), sin excepción ninguna persona podrá portar armas de fuego, también estará prohibido ingerir bebidas alcohólicas, sustancias alucinógenas o fumar, como también el ingresar en ropa deportiva, entre paréntesis pantaloneta”, precisó el concejal Gual de la Hoz en la sesión ordinaria.
Sin embargo, el servidor público se defendió, asegurando que la manera en que decida vestirse “no le quita, ni le pone”, como tampoco es una razón que lo haga sentirse inferior o superior a los demás, pues simplemente, es un reflejo de su personalidad.
“Los samarios que votaron por mí me conocen y saben que mi personalidad es extrovertida, alegre, samario, costeño, caribe, corroncho”, indicó Martínez Olano.
Asimismo, enfatizó en que no iba vestido con pantaloneta, como impide el reglamento, sino con una “bermuda de algodón”. “Mi vestimenta hoy es diferente (sic). Hace poco veía una serie de abogados en Miami (Estados Unidos), en bermuda, entrando a tribunales. Mucho más, si el reglamento no prohíbe bermudas”, precisó.
“Para él todo es una burla”
Gual de la Hoz también precisó que, en vista de la manera en la que el concejal se presentó en la sesión, se podría inferir que no toma en serio lo que se discute en el lugar.
“Se fuerza en incumplir nuestro reglamento y desdibujar las formalidades mínimas de presentación. Para él todo es una burla dentro del recinto”, aseguró el concejal durante la sesión ordinaria, indicando que su compañero de partido busca “desnaturalizar” la formalidad exigida.
Asimismo, instó a los concejales presentes a ser “formales” en todo lo que dicen y en la manera como se dan a conocer a la población, insistiendo en que la ropa que se utiliza debe ser adecuada con su trabajo y asegurando que, por eso, nunca se ha presentado en camiseta, pantaloneta y tenis al recinto.
“Aquí en el Concejo no se viene a pasear, a mostrar piernas. Aquí vinimos a trabajar, a tratar temas de ciudad. Hay que ser formales incluso con lo que sale de nuestra boca, con la manera en como nos presentamos a los samarios. Yo creo que aquí no cabe un argumento en contra frente a eso y si se lo inventa bueno, qué hacemos. Pero al mismo tiempo, si nos vanagloriamos de la ciudad, que sea de manera formal”, aseveró.
El libre desarrollo de la personalidad
Así las cosas, Martínez Olano se defendió precisando que no es la primera vez que es criticado por su apariencia física y su forma de vestir. Además, aseguró que el reglamento del concejo es inconstitucional.
“Viola la Sentencia T595 del 2017 de la honorable Corte Constitucional, que dice (sic) que el libre desarrollo de la personalidad es un derecho de carácter relacional, porque protege las decisiones de las personas frente a algún asunto particular, privilegiando su autonomía. Así las cosas, la decisión personal e íntima sobre la elección de la imagen o apariencia, reflejada en el rasgo común del vestir, deviene de una manifestación específica de la identidad humana”, leyó.
Luego, arremetió contra Gual de la Hoz, asegurando que nunca le ha dicho nada por presuntamente llegar “enguayabado” a las sesiones, tomando Electrolit. “Eso sí es irrespetuoso: venir borracho acá. O es que, ¿estás enamorado de mí?”, cuestionó.