Asesinato de Roberto Vega Daza fue celebrado en Barranquilla al estilo de una “alborada paramilitar”

Luego de sobrevivir a una asonada en la que fueron asesinados tres miembros de su familia el 29 de junio de 2023, en la noche del 27 de febrero se conoció que uno de los tres colombianos que fueron asesinados en Valencia (España) es Roberto Vega Daza, el último sobreviviente del clan Vega Daza.

Para entender el contexto, este clan tuvo sus orígenes en los 70, cuando en el país aún no se hablaba de cocaína y los criminales eran quienes lideraban lo que fue llamado la bonanza marimbera, pero su poder sobrevivió el auge de los carteles de Medellín y Cali, con quienes trabajaron.

Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel.

Como ha pasado con la mayoría de organizaciones criminales en Colombia, los Vega Daza fueron asesinados en su gran mayoría como parte de una guerra que ha tenido como escenario principal a Barranquilla, por lo que el asesinato de Roberto, en lo que sería un conflicto con narcos de Marruecos, fue tomado con alegría por los capos en la costa.

Esto quedó reflejado en las múltiples viviendas de la familia Vega Daza que fueron marcadas con mensajes como “Game Over Vega Daza”, haciendo alusión de que el último sobreviviente del clan había caído.

Sin embargo, la pintura no fue lo único que marcó la noche del 27 y la madrugada del 28 de febrero en Barranquilla, ya que desde varias zonas residenciales las autoridades recibieron llamadas para quejarse de la explosión constante de pólvora, lo que fue tomado como una demostración del triunfo que para algunos criminales marcó la muerte de Vega Daza.

Además de que estos hechos molestaron a la ciudadanía en la capital del Atlántico, también hizo que se recordara una de las tradiciones modernas que han sido adoptadas en parte del país en nvoviembre, pero en realidad inició como una celebración paramilitar.

Debido a que varios videos en los que se observaba la explosión de la pólvora se hicieron virales, algunos usuarios compararon esto con la alborada que se registra en ciudades como Medellín o Cali cada 30 de noviembre.

Aunque en la actualidad esto represente la llegada de la Navidad, su origen es criminal. Tras la muerte de Pablo Escobar el 2 de diciembre de 1993, las zonas que en Antioquia eran controladas por el cartel de Medellín pasaron a ser territorios de disputa entre diferentes organizaciones, siendo el Bloque Cacique Nutibara quien asumió el dominio de la mayoría de ellos.

Pero en algunos espacios había presencia de guerrilla, o al menos eso aseguraban los grupos paramilitares, por lo que la unión entre el Bloque Nutibara y el Ejército Nacional, provocó una de las peores masacres en la historia de Colombia entre el 16 y 17 de octubre de 2002.

Con el objetivo de terminar con los criminales en la Comuna 13, la Operación Orión terminó con 88 homicidios, 12 personas torturadas y alrededor de 370 detenciones arbitrarias; además, aún hay registro de 92 personas desaparecidas. Tras tener el control de toda la ciudad, este bloque llegó a un acuerdo con el Estado en 2003, que representó la desmovilización de 849 hombres armados que hacían presencia en al menos 10 comunas de Medellín.

El 30 de noviembre de 2003, Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, líder de la Oficina de Envigado y el Bloque Cacique Nutibara, ordenó a sus hombres comprar toda la pólvora disponible de la región y explotar estos juegos artificiales en múltiples barrios de las comunas 8, 12 y 16, el parque Miraflores, Manrique y algunos corregimientos del departamento.

A pesar de que la desmovilización se registró, se habla de que la primera alborada en la historia de Medellín fue una demostración por parte de Don Berna de que su control seguía presente en la ciudad.