Ana del Castillo, una artista de 24 años que es reconocida en la escena musical colombiana con la voz que le dio vida al vallenato femenino tuvo una entrevista reveladora con Abelardo de la Espriella en el pódcast Tertulias Defensor, en donde la joven compartió su trayectoria marcada por momentos de felicidad, dolor, y determinación.
Desde el inicio de la entrevista, Abelardo mostró su admiración por la “autenticidad y la entrega de Ana en su arte”. Resaltó su habilidad para transmitir emociones genuinas a través de su música, por lo que destacó sobre la importancia de contar con figuras como ella en un mundo lleno de “hipocresía”.
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Ana compartió detalles sobre su infancia, marcadas por la separación de sus padres y un período de alejamiento de su padre. Ella expresó que esos momentos difíciles moldearon su carácter y su pasión por la música, convirtiéndola en la intérprete apasionada que es en la actualidad.
El punto de inflexión en la vida de Ana llegó a los 12 años, cuando su padre se separó de su madre y ella se lanzó al mundo de la música con su participación en Factor X. A pesar de las dificultades familiares, Ana encontró en la música una vía de escape y expresión de sus emociones más profundas.
“Digamos que la parte más dura de mi vida fue cuando se fue mi papá, eso me marcó definitivamente. El abandono, su ausencia, por eso me fui de la casa”, señaló la joven en el pódcast.
A pesar de eso, señaló la influencia artística de su padre, un cantante de ópera y zarzuela, y el apoyo de figuras como Rolando Ochoa y Calixto Ochoa, que fueron fundamentales en sus inicios musicales. Eso llevó a que su talento y su determinación la llevaran a consolidarse como una de las artistas más prometedoras de Colombia.
Durante la entrevista, Ana reflexionó sobre sus experiencias en el amor y en el mundo artístico. Reconoció que el dolor y las dificultades han sido parte de su camino, pero también han sido la fuente de su fuerza y determinación. A pesar de los tropiezos, Ana no se arrepiente de su trayectoria y se mostró agradecida por cada experiencia que la llevó a donde está hoy.
Mencionó que su único remordimiento fue una disputa con Villazón, el renombrado cantante y compositor colombiano conocido por éxitos como Eres todo o Tu olvido. Esta discordia surgió después de colaborar en la canción Pero qué va. Afirmó que ya pidió disculpas y que cada vez que se encuentran, ella le expresa su arrepentimiento.
Abelardo también exploró la relación de Ana con la espiritualidad y la importancia de su fe en su vida y en su carrera. La joven confesó que su relación con Dios es constante y personal, y que encuentra consuelo y guía en la oración y la reflexión, a pesar de que no se arrodilla para hacerlo, pero una afirmación del abogado la hizo sonrojar en este punto de la entrevista, pues afirmó que “si Dios cantara se parecería a tu voz”.
De esta manera, Abelardo elogió durante todo el pódcast el talento y la autenticidad de Ana, reconoció su impacto en la música colombiana y su proyección internacional.
En una demostración de habilidad, el abogado finalizó la entrevista con la interpretación a manera de ópera la canción Nació mi poesía” de Jorge Oñate, junto a Ana del Castillo, en el momento en que la letra menciona: “Nació mi poesía como las Madrugadas en mi pueblo, Ardientes, puras y majestuosas. Mis versos viajeros y libres como el viento”.