La televisión colombiana en los años 90 generó una base sólida de actores que hasta la actualidad siguen siendo el pilar de muchos de los programas emitidos en los principales canales.
Uno de estos artistas fue Víctor Gómez, recordado por su participación en producciones como Un mundo para Julius, Vuelo secreto, Divorciado, Quién mató a Marilyn, La caponera e Hildebrando, una de las más recordadas por sus seguidores.
A pesar de que su carrera y fama en Colombia estaban en ascenso, una situación inesperada lo obligó a dejar el país, y el rumbo que tomó fue Canadá. Esta decisión no fue fácil de tomar, ya que en Norteamérica tuvo que empezar desde cero. Mientras esperaba que una nueva oportunidad tocara su puerta, se vio obligado a trabajar organizando los desechos de la basura, algo que, inesperadamente le dio una nueva oportunidad para actuar.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel.
Veinte años después, el actor colombiano ha tomado la decisión definitiva de regresar a su país, a pesar de haberse ganado un lugar en Norteamérica, donde llegó a trabajar con grandes estrellas de Hollywood, como Ryan Gosling,.. En su país natal no solo regresará a la televisión colombiana, también dará una diplomatura en Guion, Dirección y Actuación para Cine y televisión en la UPB de Medellín, la cual comenzará el 20 de abril. En entrevista con Infobae Colombia, Víctor Gómez también habló sobre su relación con su exesposa, Natasha Klauss, su vuelta a Ibagué y muchos temas más.
Víctor, bienvenido a infobae Colombia. ¿Qué lo trajo de vuelta al país?
“La realidad es que estamos pasando por tiempos muy interesantes y la pandemia fue un sacudón. Llegué a Colombia de vacaciones antes de la pandemia y como le terminó pasando a muchas personas, terminé quedándome. Empezaron a surgir proyectos y posibilidades en el país, y aquí estoy”.
¿Cómo fue su paso por Canadá?
“Canadá fue una experiencia muy edificante y fue un país que fue muy generoso conmigo en cuanto a mi trabajo artístico. Como todo el mundo, empezar implicaba reinventarse. Pensé que iba a poder hacer una carrera actoral, pero mi nivel de inglés era mínimo”.
Sin poder actuar, ¿en qué trabajaba allá?
“Estuve trabajando en una urbanización de apartamentos mientras estudiaba inglés, haciendo mantenimiento, limpieza, recogiendo basuras, paleando nieve, haciendo jardinería, construcción, pintura... todo lo que una persona pueda llegar a hacer. Justamente ese trabajo me abrió las puertas, pero fue en un cuarto de basuras donde me encontré con mi carrera de actor otra vez”.
¿Qué fue lo más difícil de ir a vivir a Canadá en esa época?
“Dejar atrás la familia, el arraigo, los afectos, la facilidad de una carrera, de unos recursos económicos que fluyen con mayor facilidad. Todo esto fue difícil, pero siento que los dinosaurios desaparecieron porque no tuvieron la capacidad de adaptarse. Todo esto es un resultado de un Víctor más maduro, más aterrizado y que tiene historias para contar”.
¿Cómo encontró su vida como actor en un cuarto de basuras’
“Estaba estudiando inglés, se acabaron los ahorros y lo único que me salió fue organizando las basuras. En una ocasión, un domingo, después de medianoche, entró una señora, soltó las bolsas y me dijo: ‘¿Qué está haciendo aquí?’, y le dije ‘organizando las basuras, es que aquí me cuadran los horarios y durante la semana he estado estudiando inglés y en las tardes preparando el lanzamiento de una instalación fotográfica para el Día Internacional de en Contra de la Tortura de Naciones Unidas y tengo el lanzamiento de un cortometraje experimental que acabo de hacer’, y no supo que contestar”.
¿Qué le dijo la señora?
“Me dijo: ‘¿Usted conoce a Sheena Robertson?, ella es una directora y vive en la urbanización. ¿A usted le molesta si vamos al lanzamiento de su exposición?, le respondí: ‘¡claro que no!’. Al otro día fueron, se tomaron unos vinos y a las 8 de la noche, les dije: ‘¡qué pena con ustedes!, me tengo que ir, voy para el lanzamiento de la película’, y me dijeron que si me podían acompañar. ‘Claro, no hay problema’. Con el tiempo nos hicimos grandes amigos, quedó impresionada y me ofreció ayuda”.
¿Es cierto que usted rechazó un trabajo de presentador de televisión en Canadá?
“Me llamó una mánager latina que me había llamado hace unos meses, me dijo: ‘están necesitando un presentador para el programa de la mañana del canal latino, por qué no te metes’, y yo pensé: ‘esto me va a enredar las clases de inglés’, y decidí que no era lo mejor para mí en ese momento, mi prioridad era seguir mejorando el idioma”.
¿Por qué después de tantos años decide dejar Canadá y vuelve a Colombia?
“Le veo un potencial y un futuro a Colombia inigualable y aquí está la oportunidad de sembrar algo que apenas está comenzando, quiero hacer parte de ese proceso y despertarnos como gremio, actores, escritores, directores, a trabajar juntos y hacer trabajo colaborativo”.
¿Muy duro el cambio de Toronto a Ibagué?
“Mis hijos viven en Ibagué, entonces quiero estar cerca de ellos, el clima es rico, la gente es muy amable y me trata con mucho cariño. Cambiar de Toronto a Ibagué, son dinámicas diferentes. Hay algo que uno se lleva, parte de la esencia más folclórica. Así como fue un reto llegar allá, también lo es regresar”.
¿Qué tal es la relación con su exesposa, Natasha Klaus?
“Súper buenos amigos, de hecho esta semana estuvimos conversando, se va del país. No sé si ya lo ha dicho públicamente. Está con aspiraciones de buscar carrera en el extranjero y ella es un monstruo de actriz, así que le tiene que ir muy bien y se le van a abrir muchas puertas, estoy seguro”.
¿Klass 95, el regreso de Víctor Gómez a la televisión colombiana?
“Estoy muy contento, es un proyecto hecho con un cuidado, con un gusto y con una historia hecha con una filigrana, Yo le auguro a este proyecto un éxito. Además, tengo un enorme cariño porque sufrí una fractura en una pierna, estuve diez meses por fuera, pero ellos me trataron con una paciencia, con un amor y con mucha solidaridad. Ellos hubieran podido matar el personaje y no lo hicieron”.
Otro de sus grandes proyectos es una diplomatura que usted dirige, ¿de qué se trata?
“Esto fue una oferta de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín para entrar a diseñar y coordinar la Diplomatura en Guion, Dirección y Actuación para Cine y Televisión, que respondiera a todo estos temas como la globalización, la democratización, la digitalización, inclusive la inteligencia artificial. Los contenidos los puede hacer cualquier persona en su habitación, las inscripciones siguen abiertas y la diplomatura comenzará el 20 de abril, así que aún hay tiempo”.