El giro radical de Gustavo Petro con Salvatore Mancuso: de confrontarlo en el Congreso a nombrarlo gestor de paz

El presidente de la República fue uno de los que plantó cara al confeso criminal durante su visita al Legislativo, el 28 de julio de 2004, pero 20 años después parece haber cambiado de parecer con respecto al ex jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia

Guardar

Nuevo

Salvatore Mancuso fue uno de los primeros en pronunciarse a favor de la iniciativa de Gustavo Petro sobre el perdón social - crédito Colprensa
Salvatore Mancuso fue uno de los primeros en pronunciarse a favor de la iniciativa de Gustavo Petro sobre el perdón social - crédito Colprensa

El regreso a Colombia del ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso, que estuvo por 15 años, nueve meses y 14 días en los Estados Unidos, país en el que cumplió una pena por delitos relacionados con el narcotráfico, causó revuelo en el espectro político nacional. La controversia por el papel que cumplirá el ex cabecilla de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) como gestor de paz, tras la designación del presidente Gustavo Petro, sigue generando fuertes reacciones.

Una de ellas fue la del exmandatario Álvaro Uribe Vélez, que en sus redes sociales se pronunció sobre el retorno al territorio nacional del hombre que extraditó el 13 de mayo de 2008 al país norteamericano e indicó que su decisión estuvo basada en que excomandante de los bloques Córdoba, Norte y Catatumbo de las AUC estaba incurriendo en prácticas delictivas desde la cárcel de máxima seguridad de Itagüí (Antioquia), en donde estaba recluido.

Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel.

Pero también otras relacionadas con el propio Petro, al que le desempolvaron un video del día en que Mancuso estuvo en el Congreso de la República, el 28 de julio de 2004 y él, como representante a la Cámara, que jugó un papel clave para desenredar el escándalo de la parapolítica, lanzó duros calificativos contra el exmiembro de las autodefensas, cuando compareció en el Salón Elíptico acompañado de los también paramilitares alias Ernesto Báez y Ramón Isaza.

El entonces representante a la Cámara Gustavo Petro, hoy presidente de la República, confrontaba de esta manera a Salvatore Mancuso, a las AUC y al Congreso, por lo que consideró era una alianza macabra para buscar la reelección de Álvaro Uribe - crédito @nesBetancur1/X

Gustavo Petro: de denunciante de paramilitares a avalar a Mancuso como gestor de paz

En aquella intervención, que fue una especie de réplica al discurso dado por el ex comandante de las AUC, Petro indicó cómo se vivía una “voluntad narcoparamilitar en el país”, que incluso había permeado al Congreso. Era tal su indignación, que calificó a Uribe Vélez, que por ese entonces cumplía su segundo año como jefe de Estado, de estar “secuestrado” por este grupo armado ilegal, a cambio de la reelección.

Es el señor Mancuso el que tiene la posibilidad de la reelección del presidente de la República y de dos maneras: con el voto de congresistas adictos dentro de esta plenaria y el Senado de la República, y con los votos cautivos de ciudadanos que controlan en sus regiones, en el caso de que sea un escenario electoral”, adelantó Petro, que más adelante se fue lanza en ristre contra Uribe Vélez, del que en ese entonces puso en duda “su independencia moral” para llevar el cargo.

“¿Qué le podemos preguntar al presidente Álvaro Uribe? ¿Tiene la suficiente claridad e independencia moral e intelectual para representar a la sociedad en la negociación con el narcotráfico en Santa Fe de Ralito (Córdoba), sabiendo que existe un nexo de conducción política de esos señores (refiriéndose a las AUC) y la capacidad de poderse reelegir?”, insistió Petro, en relación con los supuestos vínculos que existían entre el crimen y el poder en Colombia.

El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso sentado en los atriles del Congreso, el 28 de julio de 2004, junto a Ernesto Báez y Ramón Isaza - crédito Colprensa
El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso sentado en los atriles del Congreso, el 28 de julio de 2004, junto a Ernesto Báez y Ramón Isaza - crédito Colprensa

Para Petro, la bandera de la paz que se pregonaba de parte del Gobierno era una “bandera sucia”, manchada por la actividad comercial ilícita de estupefacientes como la cocaína, lo que se gestaba por aquella época de acuerdo a las denuncias del representante, es una “alianza de narcotraficantes y genocidas y líderes políticos”, que dejó como consecuencias la reelección, y con lo que “no se está construyendo ninguna paz”. Palabras que a hoy parecerían proféticas.

Es más, en ese entonces calificó el proceso de paz con las autodefensas como un “reality”, en el que se lloraba por las víctimas en el legislativo, “despedazadas con sierras eléctricas”. Así pues, se refería el congresista que manifestó, años más tarde (2020), que su intervención en ese entonces fue censurada por los canales institucionales, por sus ácidas críticas al gobierno uribista y su implementación de un proceso que derivó en 2005 en la desmovilización de las AUC.

“Hace parte de una escena dantesca: el día en que los paramilitares asistieron al Congreso para recibir el aplauso de los congresistas que le eran afines”, indicó en sus redes sociales, con un fragmento de su discurso.

En contraste, al igual que Uribe, Petro afronta ahora los señalamientos de algunos integrantes del Congreso parecen tener de la política de Paz Total que quiere sacar adelante, con organizaciones que no gozan de estatus político como el Clan del Golfo y las disidencias de las Farc, al mando de Iván Mordisco, y en la que antes de ser elegido presidente tuvo una tarea preponderante su hermano, Juan Fernando Petro, que se reunió con líderes de estructuras criminales. El llamado perdón social.

Así anunció a Salvatore Mancuso como gestor de paz

Dos décadas después, ahora ejerciendo desde la Casa de Nariño, el presidente ve con buenos ojos la presencia de Salvatore Mancuso en Colombia. Fue por ello que el 23 de julio de 2023, a través de su perfil de X, le entregó el rol de gestor de paz, dándole absoluta credibilidad a sus relatos sobre la participación de la clase política tradicional en la estela de muerte que, según cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica, dejó 94.754 víctimas, y centenares de desplazadas.

El proceso de paz entre el gobierno de Uribe y los paramilitares aún no ha terminado, aún no se sabe toda la verdad las haciendas entregadas en parte se han perdido en manos del Estado, recicladas a nuevos grupos que heredan el paramilitarismo, muchos cuerpos de víctimas aún no han sido encontrados. Para terminar el proceso y lograr la completa paz, he decidido nombrar a Salvatore Mancuso como gestor de paz”, fue el mensaje con el que le abrió la puerta al sanguinario sujeto.

Con este mensaje, el presidente Gustavo Petro designó en julio de 2023 a Salvatore Mancuso como gestor de paz - crédito @petrogustavo/X
Con este mensaje, el presidente Gustavo Petro designó en julio de 2023 a Salvatore Mancuso como gestor de paz - crédito @petrogustavo/X

El 11 mayo de 2023, antes de producirse esta trascendental decisión, y luego de la audiencia única de verdad ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) del ex jefe paramilitar, el primer mandatario no dudaba en ponderar las declaraciones de Mancuso, que salpicó a expresidentes como Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, a otros importantes políticos del país, a exmiembros de la fuerza pública y a empresas del sector privado, como colaboradores de las autodefensas.

La JEP evaluará las declaraciones de Salvatore Mancuso, invito a los demás jefes paramilitares a seguir su ejemplo e invito a quienes fueron de las AUC a cerrar el proceso de paz abierto en pasados gobiernos, garantizando el cumplimiento de los pactos allí alcanzados”, afirmó. De ser uno de los más vehementes contradictores del proyecto armado de los paramilitares, Petro —hoy en día— quiere buscar el anhelo de la paz de su mano, entregándole facultades de facilitador.

Guardar

Nuevo