Benedetti aseguró que con él en la FAO no aumentará la inseguridad alimentaria en el país

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas entregó el martes 27 de febrero su informe anual sobre la seguridad alimentaria y Colombia logró reducir del 30 al 25 % este indicador en 2023, lo que no es un éxito para ese organismo multilateral, ya que en los hogares del país persiste la inequidad y más de la mitad del país no tiene acceso idóneo a la comida.

Sin embargo, el anuncio del PMA lo celebró el embajador en la agencia de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), Armando Benedetti, quien aseguró que mientras él siga en ese cargo, esa situación no se volverá a incrementar.

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“Mientras que yo esté aquí aseguraremos que el porcentaje de inseguridad alimentaria nunca más vuelva a subir. Con el gobierno de @petrogustavo por primera vez avanzaremos en el hambre cero en nuestro país. Ciao”, publicó en su cuenta oficial en la red social X.

Es la segunda ocasión en que el controversial político se vuelve a manifestar, luego de su polémica designación que se ha interpretado por los opositores del Gobierno Nacional como una forma para mantenerlo callado, ante los supuestos secretos que conoce de las irregularidades que se denuncian sobre la financiación de la campaña presidencial de Gustavo Petro.

“Las advertencias de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular de Colombia- UNIDPLO denuncia que Benedetti no cumple con los requisitos para ser embajador. El premio para el silencio (sic)”, dijo en su momento la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal.

El excongresista estuvo inmerso en una gran controversia después de quela actual administración reabriera la embajada en la FAO, la cual había permanecido cerrada durante dos décadas, a raíz de una decisión tomada durante la presidencia de Andrés Pastrana con el objetivo de ahorrarle al Estado 1,5 millones de dólares anuales por los 14 puestos que ostentaba dicha representación.

La desconfianza surgió de un audio que habían obtenido en la revista Semana, en el cual, al parecer, mantenía una discusión con Laura Sarabia, para entonces directora del Departamento Administrativo de Presidencia (Dapre), en la que le reclamaba por unos 15.000 millones de pesos, sin que se supiera si estos fondos habían financiado las actividades proselitistas del actual jefe de Estado o si se habían reportado en la contabilidad entregada al Consejo Nacional Electoral (CNE).

Benedetti abandonó su puesto como embajador de Colombia en Venezuela luego de que se conociera la grabación, que salió a la luz pública a raíz del otro escándalo que también protagonizó Sarabia y la exniñera de sus hijos, Marelbys Meza, a quien sometieron a una presunta prueba irregular de polígrafo por parte de funcionarios ligados a la seguridad de la Presidencia de la República, después de acusarla de sustraer una suma considerable de dinero de la residencia de la funcionaria, de máxima confianza del mandatario.

El exsenador del Pacto Histórico, y excandidato a la alcaldía de Bogotá, fue otro de los que festejó la reducción indicador negativo en el PMA.

”Otra promesa que se está cumpliendo. En campaña Petro prometió atacar el hambre. Falta mucho, pero ya se empiezan a ver resultados: Inseguridad alimentaria pasó en 2023 del 30 al 25%. #ColombiaVabien (sic)”, aseguró.

Sin embargo, en ese organismo de la ONU no lo dieron como un éxito y subrayaron que en el país hay 13 millones de personas que se encuentran en inseguridad alimentaria moderada o severa.

De hecho, si bien se trató de un decrecimiento de 2,5 millones de personas que carecen de acceso regular a suficientes alimentos, el PMA señaló que en Colombia hay 1,6 millones que están en inseguridad alimentaria severa, y ese es el indicador que menos se redujo tras el primer año del Gobierno Petro.

A esto se debe adicionar que el 51 % de los habitantes en el territorio nacional continúa en una “situación de seguridad alimentaria marginal” y son susceptibles de caer en la inseguridad alimentaria por hechos como los efectos del El Niño o la desaceleración económica en la que está actualmente el país.