Un grupo liderado por la exedilesa y excandidata al Concejo de Bogotá por la Alianza Verde Claudia Marcela Clavijo y acompañado por otras 32 firmas de militantes del Partido Alianza Verde han presentado una solicitud formal a esa colectividad, en la que exigen la expulsión y el procesamiento disciplinario del senador Jonathan Ferney Pulido Hernández, conocido popularmente como Jota Pe Hernández.
La petición gira en torno a diversas conductas del senador que, según las acusaciones, van en contra de los principios, valores y objetivos fundamentales de la partido político por el cual fue electo.
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La raíz del conflicto reside en una serie de declaraciones realizadas por Pulido, particularmente después del fallecimiento de la congresista Piedad Córdoba. Los comentarios del senador, calificados de “injuriosos y calumniosos” por Clavijo y el grupo de firmantes, han desatado una ola de críticas internas dentro de la colectividad, llevándolos a cuestionar si tales expresiones representan verdaderamente el ethos del Partido Alianza Verde.
Según el grupo acusador, estas acciones constituirían una violación directa a los deberes primordiales de los militantes del partido. “Las conductas exhibidas no representan el ideario de la Alianza Verde”, afirmó el grupo acusador, resaltando la importancia de alinear siempre las acciones y declaraciones públicas con los fundamentos que dan vida a la organización política.
Los comentarios del senador Pulido Hernández fueron calificados como misóginos y descalificativos, pues, según dicen, llamó a Piedad Córdoba “bandida”, “cómplice de criminales” y “delincuente”.
El enfrentamiento más notorio se presentó contra la senadora María José Pizarro después de la caída de un proyecto legislativo relacionado con la despenalización del consumo adulto de marihuana, en el cual Hernández replicó una serie de mensajes en X que fueron criticados. “Las conductas misóginas del aquí implicado generaron fuerte rechazo en diferentes medios de comunicación”, expresaron las accionantes, señalando cómo estas actitudes afectan negativamente la reputación de Alianza Verde.
Adicionalmente, este escenario ha revivido memorias de conflictos pasados dentro del mismo partido político, recordando a los críticos cuando Juan Luis Castro, hijo de Córdoba, era miembro de la Alianza Verde, comparando ambas situaciones para subrayar la incongruencia en las filas de la colectividad.
Según acusaciones formales, el comportamiento del senador no solo discriminaría abiertamente a las mujeres y su participación política, sino que también violaría los estatutos internos del partido que promueven la no discriminación por motivos de religión, raza, género, orientación sexual, ideología o posición social.
Los demandantes han llevado el caso a la luz pública, aportando como evidencia una serie de mensajes en redes sociales y videos que demostrarían la supuesta conducta inapropiada de Hernández. Estas pruebas pretenden mostrar el presunto desprecio hacia los lineamientos éticos del partido, incluyendo actitudes que podrían considerarse como injurias y calumnias hacia otras personas, en un claro incumplimiento de los deberes de todo militante del Partido Alianza Verde.
“La conducta del senador iría en contra de los deberes del militante”, señalan los documentos presentados por los accionantes, quienes subrayan que el código de ética de la colectividad exige a sus miembros un comportamiento ejemplar, enfocado en el respeto hacia las diferencias y la promoción de la inclusión.
Además de las acusaciones directas, los firmantes del documento han incluido notas de prensa que recalcarían los comentarios negativos de Pulido Hernández hacia sus colegas y, específicamente, hacia la labor política de las mujeres. “Las injurias y calumnias emitidas por el implicado violentan los principios de la Alianza Verde”, remarcan en su denuncia, evidenciando una preocupación profunda por las repercusiones que dicha conducta podría tener en la imagen y los objetivos del partido.
Esta situación pone de relieve no solo las tensiones internas dentro del Partido Alianza Verde, sino también el desafío constante de mantener un entorno político que se rija por el respeto, la tolerancia y la inclusión.