Dada su posición en el Cinturón de Fuego del Pacífico, Colombia se identifica como una nación con alta vulnerabilidad a los sismos. Esta área es la localización de aproximadamente el 75% de los volcanes del planeta y es escenario del 80% de los sismos más intensos a nivel global.
El país está situado sobre dos zonas de subducción significativas, donde la placa tectónica de Nazca colisiona con la Sudamericana, y esta última a su vez interactúa con la placa del Caribe, generando movimientos sísmicos frecuentes.
Por lo tanto, las regiones de Nariño, Chocó, Caldas y Santander son las que mayormente experimentan esta actividad sísmica.
El Servicio Geológico Colombiano informó que sobre las 5:41 p. m. se registró un evento sísmico en Quibdó - Chocó, con una magnitud 3.9 y una profundidad superficial menor a 30 km. La entidad invitó a toda la población dar noticia a través de los canales de la dependencia si sintieron el temblor.
El Servicio Geológico Colombiano detalló que ante estos fenómenos naturales el primer paso es mantener la calma y la de sus seres queridos, acompañantes o quienes estén presentes en ese momento:
Según con el informe del SGC, a las 3:46 a. m. (hora local) se registro un movimiento telúrico en el municipio de Los Santos, Santander, con magnitud de 2.5. Profundidad de 146 km y localización de 6.76°,-73.16°. De acuerdo con la entidad los municipios cercanos del sismo fueron: Los Santos (Santander) a 7 km, Jordán (Santander) a 8 km, Zapatoca (Santander) a 13 km.
En el primer reporte del martes 27 de febrero, el SGC registró un temblor de 2,6 grados, cuyo epicentro estuvo en el municipio de Paicol, en el occidente del departamento del Huila.
Aunque su profundidad fue superficial, de menos de 30 kilómetros, al parecer, fue imperceptible ya que ningún habitante de esa zona del país manifestó haberlo sentido, por lo menos en redes sociales, luego de que ocurriera a las 2:37 de la mañana.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) ha señalado que en estos casos lo más importante es no entrar en pánico, así como tampoco provocar temor a quienes estén cerca.
La entidad resaltó tres pasos fundamentales para resguardarse y promover un ambiente seguro en medio de un sismo: “agáchese, cúbrase y sujétese”.
Es clave adoptar una postura de cuatro puntos, apoyando manos y rodillas en el suelo, para evitar ser derribado por el movimiento telúrico. Esta posición previene lesiones por caídas y facilita el desplazamiento si fuese necesario. Utilice un mueble resistente, como una mesa o escritorio, para proteger su cabeza y cuello (y idealmente, todo el cuerpo).
En ausencia de un refugio adecuado, ubiquese contra una pared interna o junto a muebles bajos que sean seguros, y use sus brazos para proteger su cabeza y cuello. Permanezca aferrado a su punto de protección (o a su cabeza y cuello) hasta que finalice el temblor. Esté preparado para desplazarse a su punto de seguridad si el movimiento sísmico lo amerita.
El sismo que sacudió Cúcuta en 1875, también referido como el Terremoto de los Andes, ocurrió el 18 de mayo de dicho año, registrando una intensidad de entre 7.5 y 8.5 en la escala de Richter. Este evento no solo impactó Cúcuta, sino que extendió sus daños al estado de Táchira, en Venezuela.
Aunque hay quienes afirman que el terremoto provocó hasta 3.000 muertes, reportes indican que en Colombia, específicamente en la zona afectada, se contabilizaron 461 víctimas fatales. Como consecuencia directa del terremoto emergieron fuentes de aguas termales en los lugares que actualmente se conocen como “Agua Hedionda”, “El Tampaco” y “Aguas Calientes”.
Posteriormente, en 1906, un terremoto con una magnitud de 8.8 golpeó la provincia de Esmeralda en Ecuador, ubicada cerca de la frontera con Colombia, precisamente el 31 de enero. Este evento originó un tsunami que resultó en la pérdida de 1,500 vidas. De acuerdo con registros del SGC, las olas, que alcanzaron hasta cinco metros de altura, inundaron la región colombiana de Tumaco.