En el mundo de las primeras damas colombianas no todo es glamur, representación del poder y el lujo de vivir en el Palacio de Nariño. Algunas de ellas han encontrado en la casa presidencial hechos siniestros, alejados de la política del día a día.
El periodista Felipe Zuleta Lleras se atrevió en un libro a narrar muchos episodios desconocidos de la vida de varias de las primeras damas de los últimos presidentes colombianos. Y entre esas historias en los pasillos de la Casa de Nariño relata un conjunto de misteriosas y peculiares anécdotas que rodearon a las esposas de varios expresidentes.
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Entre esos secretos revelados, brilló lo que para varios es sombrío. “Ahí, por ejemplo, contamos la cantidad de cosas que les pasaron, por ejemplo, con la brujería”, indicó el periodista en entrevista con Blu Radio.
Al parecer, apenas llegaban a la Casa de Nariño saltaron al encuentro de las primeras damas objetos de brujería hallados en sus rincones.
“¿Mucha brujería en la Casa de Nariño?”, preguntó el también periodista Jorge Alfredo Vargas. “Mucha, oiga, mucha brujería. Casi todas tienen en común el tema de haber encontrado vainas de brujería. Casi todas, sin excepción”, afirmó.
Curiosamente, según el relato de Zuleta, Ana Milena Muñoz de Gaviria fue la única exprimera dama que no reportó tal experiencia. “Doña Ana Milena dice que de golpe, pero que no se dio cuenta, de resto todas, sin excepción, encontraron cosas de brujería”, aseguró el periodista, quien puso de relieve las sutiles sombras que acompañan al poder en Colombia, independientemente de la ideología política del mandatario de turno.
Los relatos de las primeras damas
Además, entre las historias que encontró el escritor, está la narrada por Jacquin Strouss de Samper quien, durante una entrevista con el periodista, experimentó dos fuertes sismos en Bogotá, incentivando a ambos a concluir la charla en la calle, por ejemplo.
Otras anécdotas que enriquecen esta obra incluyeron el desafortunado destino de cuatro cisnes enviados desde Inglaterra por Marta de Lemos, que llegaron muertos a las piletas de la residencia presidencial. También apareció registrada en el libro la curiosidad de una de las hijas de Nohra Puyana de Pastrana por conocer el avión presidencial de Estados Unidos durante la visita del expresidente Bill Clinton a Colombia.
En una reflexión más profunda, el libro no solo documenta eventos curiosos o extraños, sino que también exploró cómo las primeras damas han vivido la presión y el escrutinio público. Las primeras damas lo que persigue, en línea con lo que Zuleta ha señalado, es ofrecer una inspección singular a la vida dentro de la Casa de Nariño, para revelar los retos personales y las peculiares situaciones que han marcado a las familias presidenciales colombianas, desde Carolina Isakson de Barco, hasta Verónica Alcocer, la actual primera dama, cuestionada por sus gastos en razón de ser la cónyuge del mandatario, Gustavo Petro.
Los gastos de las ex primeras damas, una incógnita del papel de las esposas de los presidentes
La actual polémica que tiene en el foco del debate a Verónica Alcocer, esposa del presidente Gustavo Petro, ha vuelto a traer a colación el debate acerca del papel de las esposas de los presidentes, en consideración de que no son funcionarias públicas. Además se ha cuestionado el hecho de que el origen de los fondos empleados por las primeras damas en viajes oficiales.
De acuerdo con un informe del portal informativo La FM., Alcocer ha superado en gastos a sus antecesoras en sus primeros dieciocho meses en el cargo, con viajes diplomáticos que han llegado a los estrados de la Procuraduría, dado que no es titular de un cargo público formal.
Se conoció que, por ejemplo, en un lapso de un año y medio, la esposa del presidente ha efectuado cinco viajes al extranjero, entre ellos su participación en eventos de gran envergadura internacional como la 77ª Asamblea General de las Naciones Unidas y el funeral de Estado del ex primer ministro japonés, Abe Shinzo.
Así, los gastos de estos viajes ascendieron a aproximadamente 112.548.841 pesos colombianos, cifra que dobla lo erogado por María Juliana Ruiz y María Clemencia Rodríguez, esposas de los exmandatarios Iván Duque y Juan Manuel Santos, respectivamente.
Mientras Ruiz realizó nueve viajes en cuatro años con un gasto de 52.010.110 pesos en viáticos y pasajes aéreos, Rodríguez, en ocho años y con el mismo número de viajes, gastó 34.250.000 pesos.