Partido Conservador se declaró independiente, pero sigue teniendo “cuota” en el Gobierno Petro: quiénes son

El Partido Conservador tenía a personas afines a su colectividad en diferentes cargos públicos, como en la Aeronáutica Civil, el Ministerio de Transporte y otras entidades

Efraín Cepeda, figura clave del Partido Conservador, ha declarado que su partido no le debe favores ni tiene representación en el Gobierno nacional - crédito John Paz/Colprensa

En una reciente manifestación de poder y autonomía política, el Partido Conservador reafirmó su independencia frente al Gobierno Nacional, desmarcándose de cualquier representación política dentro del ejecutivo.

Esta declaración se consolidó con la reelección de Efraín Cepeda como presidente de la colectividad, un movimiento que, según palabras del propio Cepeda, pretendía enviar un mensaje claro de unidad y rechazo ante cualquier intento de división por parte del Gobierno. “Fue una derrota del Gobierno Nacional de manera unánime”, enfatizó dirigente, ratificando el distanciamiento entre su partido y el poder ejecutivo.

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Sin embargo, a pesar de este enfático gesto de independencia, la realidad dentro de las filas conservadoras presenta una complejidad mayor debido a la presencia de algunos de sus miembros en importantes cargos ejecutivos.

Entre ellos se encuentra Eduardo Enríquez Caicedo, viceministro de Transporte e hijo de la representante a la Cámara por el partido azul, Ruth Caicedo de Enríquez, que habría llegado a la esfera política de Petro con un papel clave en la coordinación de sistemas de movilidad urbana entre entidades territoriales y el Gobierno Nacional.

Directorio Nacional Conservador ratifica al senador Efraín Cepeda como presidente de la colectividad y reafirmó su apoyo irrestricto a las posiciones adoptadas durante su mandato - crédito @soyconservador/X

Asimismo, la secretaria general de la Aeronáutica Civil, Esmeralda Molina, recomendada por el representante conservador Juan Carlos Wills, es otro ejemplo de la influencia persistente del conservadurismo en el aparato estatal.

Pero Enríquez y Molina no serían los únicos casos. También se pudo establecer que Lina María Barrera, quien está actualmente al frente de la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial (Enterritorio), ingresó a su cargo por recomendación de Wills.

Y es que el Partido Conservador también ha protagonizado varios escándalos, incluido el de presunta corrupción dentro de la Aeronáutica Civil cuando Jair Orlando Fajardo, cuota del exsenador azul Juan Diego Gómez.

Dichos ejemplos de los cargos que aún siguen en firme en las instituciones públicas del país ilustrarían cómo, a pesar de los discursos de independencia, el partido conserva una influencia significativa dentro del ejecutivo. Esta circunstancia ha generado un intenso debate interno sobre cómo manejar esta presencia en el Gobierno sin comprometer su postura de independencia política.

La designación de Luz Cristina López como nueva ministra del Deporte desató una pelea interna en el Partido Conservador - crédito Comité Paralímpico Colombiano y Colprensa

Pero los desencuentros dentro del Partido Conservador no se han limitado a las relaciones con el Gobierno. La colectividad ha experimentado divisiones y cambios de liderazgo que han puesto a prueba su cohesión interna.

Un episodio destacado fue la renuncia de Ómar Yepes a la presidencia y a su membresía del partido, tras tres décadas de afiliación, debido a discrepancias internas y al ascenso de Carlos Andrés Trujillo, quien abogaba por un alineamiento más estrecho con el Gobierno o, al menos, por una postura más independiente, lo que suscitó críticas y eventualmente su renuncia.

Este contexto de inestabilidad interna añade otra dimensión a la ya de por sí compleja relación entre el partido y el poder ejecutivo, especialmente ante la presión por la aprobación de reformas cruciales como la de salud y la laboral.

En este intrincado escenario, la posición del Partido Conservador se torna crucial para el futuro de importantes iniciativas gubernamentales, en especial la reforma de salud, que debe ser aprobada antes de junio para evitar su archivo y la pérdida de valioso tiempo legislativo.

Según ha comentado Cepeda después de su reelección, los conservadores mantienen una postura firme de rechazo a esta y otras reformas laborales, aunque la reforma pensional, que goza de mayor consenso, podría contar con un apoyo más amplio dentro del partido.

En todo caso, dentro de la colectividad se sigue hablando de una independencia hacia el Gobierno nacional, después del escándalo que desató la designación de Luz Cristina López como nueva ministra del Deporte, lo que despertó un malestar generalizado sobre un posible soborno del alto Gobierno para aprobar sus reformas.