Tras perpetrar su último atraco en un local comercial en el barrio Santa Bárbara, la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog) logró la captura de un hombre que trabajaba como supervisor de seguridad y que bajo esa fachada habría perpetrado 18 asaltos más en el norte de la ciudad.
“Ingresó al local comercial e intimidó con arma de fuego a una de las cajeras para que le entregara el dinero, producto de las ventas, y luego de cometer el hurto emprendió la huida”, informó el domingo 25 de febrero el coronel William Quintero, subcomandante de la institución en la capital colombiana.
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Pero en esa ocasión los uniformados actuaron de inmediato ante el aviso de la ciudadanía y lograron detenerlo cuando se movilizaba por las calles de la localidad de Usaquén.
“De inmediato se iniciaron las labores de búsqueda y patrullaje con las características evidenciadas en las cámaras de seguridad logrando la captura de esta persona por los delitos de porte ilegal de armas de fuego y hurto agravado y calificado”, agregó el alto oficial.
Dentro de las indagaciones de las autoridades, se estableció que bajo la misma modalidad, el señalado atracador habría cometido más asaltos en los locales comerciales de esa zona de la ciudad.
“Es de resaltar que durante la investigación realizada nuestras unidades de policía judicial se conoció que este sujeto fue el que, durante varios meses, venía realizando estos hurtos. Fueron por lo menos 18 hechos. Además, tenía condicionada la placa de la motocicleta para evadir los controles”, indicó Quintero.
Pero la sorpresa fue mayor, cuando se dieron cuenta que el presunto delincuente trabajaba en una compañía de seguridad privada.
“Robaba cuando se encontraba realizando sus actividades como supervisor de una empresa de vigilancia y utilizaba el arma de dotación para cometer los ilícitos”, concluyó el subcomandante de la Mebog.
Alcalde Galán se pronunció sobre propuesta de patrullajes con militares
Aunque el mandatario en la capital de la República, Carlos Fernando Galán, sostuvo que el hurto a comercios había mostrado una reducción durante los primeros días de su administración, pese a que en las últimas semanas se evidenció un incremento en los atracos en restaurantes, respecto a los homicidios, hubo una disminución del 13 por ciento.
Frente a esta situación, diversos sectores políticos presionaron para incrementar las acciones de control de seguridad. Una propuesta del Centro Democrático fue la militarización de la ciudad, idea que la Alcaldía descartó de entrada.
“Pensar que las Fuerzas Militares asumieran un rol policial no es factible. Podemos tener la presencia de miembros militares en patrullajes, pero no operando como si fueran policía”, señaló en una entrevista que concedió en el periódico El Tiempo.
El mandatario fue categórico al afirmar que no habría patrullajes militares en toda la ciudad ante la situación de inseguridad presentada. El Ejército mantendría labores de vigilancia en áreas específicas como alrededor de los cantones militares, en zonas rurales y de protección ambiental, así como en estrategias contra la extorsión a través del Gaula.
En su lugar, la administración distrital enfocó sus esfuerzos en aumentar el número de efectivos de la Policía Metropolitana como respuesta a la inseguridad. Durante las últimas dos semanas, el director de la institución general William Salamanca asignó 150 policías adicionales para Bogotá, aseguró el alcalde.
Además, se acordó dejar un “número importante” de los 20.000 agentes que se planea incorporar a la Policía Nacional durante el año 2024 en la capital del país. También se buscaría invertir recursos para incrementar el número de efectivos.
Sin embargo, Galán reconoció que, a pesar del aumento de uniformados que se logre, no sería suficiente para tener un policía en cada esquina. Por ello, afirmó que los esfuerzos se debían enfocar en la investigación, prevención y desarticulación de bandas criminales. “Habrá camuflaje de policías en restaurantes”, anunció.