En la noche del viernes 23 de febrero de 2024, hombres armados llegaron hasta la residencia de la lideresa social Ludivia Galíndez Jiménez ubicada en el barrio Villa del Prado de la ciudadela Siglo XXI de Florencia, Caquetá, y con varios disparos terminaron con su vida.
De acuerdo con la información que se conoció del asesinato, el esquema de seguridad de la lideresa social la dejó en su casa cumpliendo con todas las medidas de seguridad, pero los asesinos aprovecharon que sus escoltas se alejaron para disparar desde las rejas de la vivienda y así causarle la muerte.
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La Unidad Nacional de Protección (UNP) confirmó que Galíndez Jiménez arribó el jueves 22 de febrero de 2024 a Florencia proveniente del departamento del Huila y que se encontraba acompañada por dos hombres pertenecientes a la entidad, pero en el momento de los hechos no se encontraban con ella.
También, se confirmó que la UNP le había otorgado un equipo de protección desde hace cuatro años por amenazas relacionadas con su trabajo como gestora y líder social.
Ludivia Galíndez Jiménez se desempeñaba como defensora de los derechos humanos de Montañita, Caquetá, por lo que su muerte tocó fibras sensibles de varios sectores incluido el Partido Comunista Colombiano (PCC) que se pronunció a través de su cuenta de X (antes Twitter).
En una publicación en la red social, el partido confirmó la muerte de la defensora de derechos humanos, que fungía como presidenta de Asojuntas en Montañita, Caquetá y era la persona encargada de temas relacionados con mujeres.
“Han asesinado a nuestra camarada Ludivia Galíndez, presidenta de ASOJUNTAS en Montañita/Caqueta y responsable de los temas de la Mujer en el Regional.Exigimos que se investigue este crimen y se haga justicia. No podemos estar condenados/as a la muerte. ¡Garantías para la vida!”.
A través de un comunicado, el Partido Comunista Colombiano rechazó el asesinato de la lideresa social a la que calificó como una mujer valiente que tuvo que vivir momentos difíciles por culpa de dos desplazamientos forzados por amenazas en su contra.
“La camarada LUDIVIA era una valiente mujer campesina, miembro de la dirección regional del PCC en Caquetá. Fue víctima de dos desplazamientos forzados durante el último periodo del centro poblado de Miramar, inspección de la Unión Peneya del municipio de La Montañita (Caquetá), debido a las constantes y reiteradas amenazas”.
Según el PCC, la muerte de Lidivia Galíndez Jiménez es un ataque directo contra el partido, con el que se reforzó la persecución que vive la colectividad integrante del Pacto Histórico, partido de Gobierno, incluso, aseguraron que se trata de un “genocidio político”.
“El PCC condena enérgicamente este acto de violencia, que no solo ha arrebatado la vida de una valiosa militante, sino que también representa un ataque directo a nuestro Partido, continuando con los ataques y la persecución hacia nuestra colectividad, perpetuando el genocidio político”.
Por lo tanto, el Comité central del partido pidió a las autoridades en Colombia una investigación que termine con los culpables del asesinato de la lideresa social ante la justicia; como también, a que la comunidad internacional apoye el avance de los diálogos de paz en el país.
“Exigimos una investigación exhaustiva por parte de las autoridades competentes para llevar a los responsables ante la justicia. Llamamos al pueblo colombiano y a la comunidad internacional en seguir avanzando en los diálogos de paz estables en la búsqueda de cambio que reclama el país”.
Ya se están adelantando las investigaciones
Por su parte, la UNP aseguró que agentes de la Sijín, Sipol, Gaula y del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (Mnvcc) ya se encuentran recolectando la información necesaria para identificar a los responsables del asesinado de Ludivia Galíndez.
“La UNP lamenta que sigan ocurriendo hechos como estos, que se ensañen con la vida de los líderes sociales y que la investigación judicial sea tan pobre y con tan precarios resultados”, concluyó la entidad.