Considerado un país de alto riesgo sísmico, Colombia es un país que se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una región que concentra el 75% de los volcanes que existen en el mundo y donde suceden aproximadamente el 80% de los temblores más fuertes a nivel mundial.
Además, se localiza en dos áreas de subducción importantes, por un lado tiene la placa de Nazca con la Sudamericana y ésta última que también choca con la placa del Caribe, lo que da paso a que tiemble de forma constante.
De esta manera, los departamentos de Nariño, Chocó, Caldas y Santander son los lugares en donde más tiembla.
En Colombia la intensidad de los sismos se mide con la Escala Macrosísmica Europea (EMS-98). La intensidad 2 se define como “apenas sentido” por muy pocas personas en reposo; el nivel 3 es catalogado como “sentido levemente”, donde puede haber balanceo de algunos objetos.
Un temblor de intensidad 4 se considera cuando es “sentido ampliamente” por muchas personas en el interior de edificaciones y por pocas en el exterior (ventanas, puertas. En el nivel 5, “sentido fuertemente”, los objetos pequeños se desplazan y pueden registrar leves grietas en edificios o casas.
La intensidad de tipo 6 implica un “daño leve”, en este rango algunas personas pueden llegar a perder el equilibrio. El nivel 7 se presenta cuando hay un “daño moderado”.
Los Santos - Santander, Colombia
Algunas personas reportaron que lo sintieron fuerte en algunas poblaciones antioqueñas y del departamento vecino de Córdoba.
El Servicio Geológico Colombiano recordó que los sismos son sacudidas que se producen por la liberación súbita de energía acumulada y que se propagan en forma de ondas.
Cuando estas ondas llegan a la superficie, generan movimientos que las personas pueden percibir y que, de acuerdo a su nivel de intensidad, pueden derivar en daños sobre las estructuras y sobre la naturaleza (como agrietamientos y deslizamientos).
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) está vigilado de forma continua la actividad sísmica en el país, considerada alta debido al cruce de múltiples placas tectónicas en la región. Este entrecruzamiento de placas, como las oceánicas de Nazca y Caribe, junto con la placa continental de Sudamérica, configura un entorno propenso a sismos frecuentes.