Desde que deleitara a los colombianos con su belleza y carisma durante el Concurso Nacional de Belleza en 1999, Carolina Cruz se ha mantenido como una de las celebridades más destacadas en la farándula colombiana. Una vez culminó su participación en el certamen, la vallecaucana se enroló en la televisión colombiana como presentadora. Primero en Muy buenos días del canal RCN y luego en Día a día de Caracol Televisión, su rostro ha estado vinculado especialmente con ambos programas matutinos.
Además de su destacada carrera en los medios y su rol como empresaria, su vida personal ha representado una fuente de inspiración para sus 7,5 millones de seguidores en redes sociales. Su fortaleza ante las adversidades y su apertura al compartir estas experiencias con el público —como sucedió con su separación de Lincoln Palomeque y el posterior anuncio de su noviazgo con Jamil Farah— han resonado en el corazón de sus seguidores.
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Dicho reconocimiento la ha convertido en una figura de amplio seguimiento. En sus redes sociales comparte no solo cuestiones relacionadas con su trabajo en la televisión o con su fundación Salvador de sueños, sino de su vida cotidiana. En ese sentido, una de las que destaca particularmente es su devoción por la fe católica.
La propia Carolina ha manifestado en distintas oportunidades que esa devoción se despertó en ella con especial fuerza a raíz de la compleja experiencia que atravesó con el nacimiento de Salvador, su segundo hijo. Cuando dio a luz al pequeño por cesárea —tal como ocurrió con su primogénito Matías—, los médicos le informaron que Salvador padecía de macrocefalia, por lo que requirió un tratamiento y seguimiento constantes para asegurar su calidad de vida. Justamente esa experiencia la llevó a fundar Salvador de sueños, brindando apoyo a pequeños que lidian con esa clase de diagnósticos, pero que no cuentan con los recursos para afrontarlos debidamente.
Esta experiencia también llevó a que la presentadora se refugiara en la fe, y se convirtiera en una devota de la Virgen María. En la tarde del sábado 24 de febrero compartió una imagen en su cuenta de Instagram en la que mostraba cuál de las distintas versiones de la Virgen —tomando en cuenta las apariciones que ha protagonizado su imagen en distintos puntos del planeta— era su predilecta: la Virgen de Guadalupe.
No es la primera vez que Cruz se refiere a su devoción por la Virgen. En 2022, cuando afrontaba la etapa más compleja del diagnóstico de Salvador, la vallecaucana reveló en una entrevista con la revista Aló que sintió su presencia en al menos dos oportunidades.
En la primera, percibió un aroma a rosas al que directamente relacionó con su presencia en su hogar. “El suceso con la fragancia de rosas ocurrió en mi vestidor, lugar de desahogo para mí. Nunca me ha gustado que mis hijos perciban mi dolor, pues ambos son sumamente sensibles. Por lo que siempre que sentía la necesidad me encerraba en ese lugar a llorar. Es mi altar y mi lugar seguro”, explicó. En la segunda, encontró escarcha esparcida por el piso.
Ambos sucesos tuvieron lugar en los momentos que, según ella, “más lo he necesitado”. “Yo adoro a la Virgen y creo que nunca me había sentido tan identificada con ella como ahora con Salvador. Estoy segura de que es por esa conexión que he construido con ella, que se me ha presentado ya dos veces. Está diciéndome que a mi lado siempre estará, y justo así es como lo he sentido”, afirmó al medio.