En Cartagena, un taxista identificado como Euclides Correa fue suspendido de sus funciones durante seis meses luego de intentar cobrar una tarifa excesiva a dos turistas.
El Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (Datt) de la ciudad declaró que la licencia de Correa fue retirada por no poseer tarjeta de control y por ser reincidente en infracciones. Esta medida llega tras viralizarse el caso donde Correa intentó cobrar cien mil pesos por un trayecto cuyo costo legal no supera los diez pesos.
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El incidente, que tomó lugar entre el Muelle de la Bodeguita y el barrio Getsemaní, ha provocado una respuesta firme por parte de las autoridades locales. Se ha revelado que Correa ya contaba con antecedentes de infracciones, lo que agregó peso a la decisión de suspender su licencia.
Además, la empresa a la que estaba afiliado, Coointraturismo, enfrenta una investigación administrativa por alteración de la tarifa. José Ricaurte, director del Datt, enfatizó en la importancia de denunciar estas prácticas para preservar la imagen de Cartagena como destino turístico favorable.
Después del esclarecimiento de los hechos, Correa pidió disculpas públicas e hizo un llamado a sus colegas a ajustarse a las tarifas legales, reconociendo la repercusión negativa de sus acciones en la percepción del servicio de taxis en la ciudad. La Coointraturismo y el Datt continúan enfocados en garantizar que los conductores cumplan con las regulaciones establecidas, asegurando así un trato justo a los visitantes.
La noticia refleja un esfuerzo continuo por parte de las autoridades de Cartagena para combatir la explotación turística y mejorar la experiencia de quienes visitan la ciudad.
El caso de Correa sirve de recordatorio sobre la importancia de la regulación y supervisión en el sector de transporte público, elementos cruciales para mantener la confianza en los servicios que ofrece la ciudad a sus visitantes.
Por otro lado, en un video difundido en redes sociales, se puede apreciar al conductor abusivo “dando la cara” y disculpándose. “Soy el conductor que cometió la infracción el día sábado con los turistas. Ya estoy tirando la cara para afrontar la situación y quiero pedirle disculpas. No va a volver a pasar. Invito a todos mis compañeros de la mancha amarilla, que le bajemos dos porque en realidad no soy el único, simplemente fui el que estuvo involucrado, pero los invito a manejar la tarifa moderada y vamos a portarnos bien, compañeros”.
Así ocurrieron los hechos
Según los informes, intentó cobrar 100.000 pesos por una carrera que normalmente no supera los 10.000. El taxista, que argumentó que la tarifa fue impuesta por sus superiores, se encontró en el centro de la controversia cuando exigió el pago desorbitado por un trayecto breve desde La Bodeguita hasta el centro histórico de Cartagena.
Afortunadamente, lugareños presentes durante el altercado intervinieron en nombre de los turistas nacionales, quienes se negaron a pagar la cantidad excesiva, recordando que un servicio previo entre los mismos puntos les había costado solo $15.000.
Una mujer cuestionó al taxista por el precio que le estaba cobrando a las turistas a lo que él respondió que $50.000 y le guiñó el ojo a quien grababa en búsqueda de complicidad para la estafa que estaba a punto de cometer.
La comunidad local, al presenciar la situación, protestó contra la actitud del conductor, sugiriendo que este tipo de acciones dañan la imagen de Cartagena como destino turístico. En respuesta a la escalada de la situación, el taxista trató de justificar el cobro como un “impuesto” impuesto por la empresa de taxis. A pesar de su intento de defensa, fue evidente para los presentes que estaba intentando llevar a cabo una estafa.