Cuatro disparos habría recibido el empresario Hernán Roberto Franco Charry, que fueron suficientes para que perdiera la vida en un acto sicarial que ha conmocionado al país.
El hecho ocurrió hacia las 7:30 a. m. del miércoles 21 de febrero en zona céntrica del parque de la 93 de la localidad de Chapinero (Bogotá), cuando el empresario iba a cumplir una cita con uno de sus clientes, al que le prestaba sus servicios de asesoría financiera.
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La cronología del crimen fue registrada por una serie de videos que se han difundido masivamente en medios de comunicación y redes sociales; sin embargo, hay una particularidad en uno de ellos que ha generado inquietud en la opinión pública.
En un video conocido del edificio donde Franco Charry se iba a encontrar con uno de sus clientes, se puede apreciar cómo el empresario alcanza a dar unos pasos; al parecer, continúa con una llamada que sostenía minutos previos al ataque sicarial; después, se devuelve para apoyarse en la recepción, donde alcanza a revisar su teléfono celular, hasta que se desploma debido a la gravedad de las heridas.
Frente a este singular comportamiento, Infobae Colombia consultó con la médica del Hospital de Madrid (Cundinamarca) Angie Camila Guarín, egresada de la Universidad de la Sabana.
La profesional de la salud atribuyó la reacción del empresario a dos posibilidades: la primera que está relacionada con el tipo de arma de fuego con que se produjo el ataque y la distancia en la que fue perpetrado el crimen; y la segunda, con la reacción del organismo, que habría intentado reponerse al ingreso del proyectil.
“En el caso del tipo de arma de fuego, depende de varias cosas: la longitud, el tipo de arma, el tamaño de la bala, porque básicamente cuando ocurre un disparo a una corta distancia, la fuerza con que sale la bala genera una destrucción completa de los tejidos y eso inevitablemente determina en la muerte prácticamente al instante del paciente. Cuando es de una trayectoria mayor, la bala tiene que penetrar por la piel del tejido celular subcutáneo, huesos, y se puede llegar a alojar en cavidades. La velocidad con la que va pasando la bala va disminuyendo a medida que va llegando al organismo. Esto genera un menor daño”.
La doctora explicó que el segundo motivo está determinado a la localización en que fue impactada la víctima con el disparo, agregando que muy probablemente este no se produjera en su cerebro o corazón, debido a que son órganos vitales que de ser afectados violentamente, provocan una muerte instantánea:
“Puede que la bala que llega a la cavidad torácica comprometa varios órganos que se encuentran ahí, pero el proceso no necesariamente puede ser inmediato, porque va a depender de qué genere. No es lo mismo un proyectil que llega directamente al corazón y genera una ruptura de la cavidad, pues claramente no va a generar función del corazón y esto va a provocar la muerte, pero es diferente a uno que solo perfora una parte de una capa que cubre el corazón, genera sangrado, pero ese sangrado se va acumulando poco a poco y al inicio, el organismo se puede compensar, entonces todo es relativo”.
Guarín fue enfática en afirmar que el organismo tiene unos minutos vitales para buscar compensarse del daño, y agregó que si la compensación falla, “es cuando se manifiesta un hemotórax o un neumotórax”.
Por último, la profesional añadió que otra de las razones es que, cuando el cuerpo humano está en un nivel de estrés alto, libera las hormonas conocidas como cortisol y adrenalina:
“Por ejemplo, las personas que sufren accidentes de tránsito no sienten dolor al instante, sino después, aunque presente fracturas abiertas o heridas muy graves; luego es que empiezan a sentir el dolor porque el sistema hace una especie ‘de protección’ para el cuerpo que en ese momento le evita ese sufrimiento y hace que pueda ‘escapar’; sin embargo, no ocurre en todos los casos, porque algo que de manera inmediata genere algo muy severo, un paro, o una inconsciencia, pues no tendría ese tiempo”.
Por lo pronto, será Medicinal Legal la entidad que determine las causas de la muerte del empresario, así como la localización en que fue impactado su cuerpo con los disparos.