Los comicios regionales de 2023, celebrados el el 29 de octubre en Colombia, fueron catalogados como los segundos más costosos en la historia del país, solo detrás de las elecciones presidenciales de 2022, de acuerdo con el último Índice de Costos de las Campañas Electorales, un estudio elaborado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Este informe destaca que el incremento de los gastos en estas elecciones alcanzó un 11,70% en comparación con el año anterior.
La elevación en el costo de las campañas para las elecciones de alcaldes, gobernadores, y otros cargos municipales y departamentales, si bien significativa, no logró superar el aumento registrado durante las elecciones que definieron los puestos en la presidencia y el Congreso de la República, los cuales experimentaron un alza del 12,23%, según apunta el Dane.
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La metodología aplicada por el Dane para elaborar el Índice de Costos de las Campañas Electorales incluye el análisis de gastos directos e indirectos incurridos por los partidos políticos y candidatos en actividades relacionadas con las campañas.
El Índice de Costos de Campaña Electoral (ICCE), según anunció el Dane, registró una variación anual del 4,30% en 2021. El indicador es fundamental para evaluar la evolución de los costos asociados a las actividades políticas en Colombia, basándose en datos proporcionados por el sistema de Cuentas Claras del Consejo Nacional Electoral.
Con el objetivo de medir cómo varían año tras año los costos relacionados con las campañas electorales, el ICCE abarca un amplio espectro de gastos, incluyendo la publicidad, la organización de eventos, el transporte, y la contratación de personal y servicios logísticos. Esta herramienta no solo busca ofrecer una mayor transparencia en el financiamiento de las campañas, sino que también se presenta como un mecanismo para prevenir la corrupción y garantizar una competencia justa entre candidatos.
La variabilidad en los índices del ICCE a lo largo de los años, con cifras que han oscilado entre el 0,96% y el 5,76% desde 2014, pone de relieve la fluctuante naturaleza de los costos electorales en el país.
En detalle, los registros históricos muestran que, después de un periodo de crecimiento sostenido entre 2015 y 2017, donde el índice alcanzó su máximo con un 5,76%, se ha observado una tendencia general a la reducción de la variación anual del ICCE, salvo por el repunte de 2021 en adelante.
De hecho, según Transparencia por Colombia la mayoría de los recursos usados por los partidos y candidatos en los comicios del 2023 se destinó a la Propaganda electoral (49,6%). Después, en un orden de mayor a menor, se aprecian conceptos de gastos de administración (16,05%), inversiones en materiales y publicaciones (6,83%), servicios de transporte y correo (6,66%) y gastos judiciales y rendición de cuentas (6,59%). Además, Transparencia por Colombia agrega que el 31% se destinó a propaganda en medios de comunicación; mientras que un 22,2% fue destinado a publicidad en vallas.
Cuánto valieron las elecciones
La Registraduría Nacional del Estado Civil disponía de cerca de 1,2 billones de pesos para las elecciones de Congreso de la República, consultas partidistas y Presidencia de la República de 2022, al igual que los consejos de juventud realizadas el año pasado.
En un informe sobre la caracterización de la contratación de la Registraduría Nacional del Estado Civil (RNEC) elaborado por la Misión de Observación Electoral (MOE), se establece que cada votante que hace parte del censo electoral cuesta $29.543. Se calcula entonces que las elecciones costaron más de $1.14 billones.
Por otra parte, según el informe Contexto electoral – Elecciones locales 2023 de la MOE, se calcula que entre diciembre de 2022 y agosto de 2023, la Registraduría Nacional del Estado Civil realizó un total 15 contratos por el valor de 367.026.417 dólares, cifra que en pesos colombianos representa 1.4 billones de pesos, partiendo de una tasa de cambio de $4.063 a fecha del 4 de septiembre de 2023, cuando se realizó el balance. De estos contratos se destacan tres, bajo los cuales se adquirieron 16 bienes y servicios electorales cuya cuantía global asciende a los 316 millones de dólares y uno de auditoría externa por valor de 4.848.204 dólares.
Bajo estos acuerdos la Registraduría contrató los servicios de impresión de tarjetones, el funcionamiento de softwares para el escrutinio y la logística de los puestos de votación, entre otros. El primer contrato, que se cerró el 23 de diciembre de 2022 se realizó para la inscripción de ciudadanos al Registro de G.S.C. y tuvo un costo de 5.067 dólares.
El segundo contrato, firmado el 30 de mayo de 2023, ascendió a 247.165.280 dólares y a través de él se puso en marcha la inscripción de candidatos, la designación de jurados de votación, el monitoreo de puestos, el pre-conteo, la revisión de firmas G.S.C., la digitalización de actas E-14 Escrutinios (aux, mun, distri), la escogencia de los testigos electorales, la autenticación biométrica, los kit electoral, la seguridad y las comunicaciones en los comicios con la empresa Disproel 2023. El último contrato, firmado con Indra Colombia S.A. por 18.296.434 dólares, se realizó para la verificación y divulgación de resultados.
Ahora bien, los números muestras que en 2023 se tenía un mayor presupuesto que en 2022, sin embargo, estos gastos son oficiales y no contemplan los que se incluye el ICCE, pues si se considera que solo en la campaña de Petro Presidente se gastó, según las cifras presentadas al Consejo Nacional Electoral, un total de 28.384 millones en primera vuelta y 13.199 millones de pesos en segunda vuelta y por su parte Rodolfo Hernández gasto 4.724′124.561 en primera y $ 2.780′622.962 de la segunda, la cifra aumenta.
Además, si se suman esos gastos más lo que gastaron en propaganda política y campaña los aspirantes al congreso en 2022 la cifra va a ser mucho mayor.