Comprometerse como fiador en una operación financiera implica asumir serias responsabilidades, las cuales pueden tener un impacto profundo en la salud financiera y emocional de una persona.
La figura del fiador es aquella que garantiza el cumplimiento de una obligación financiera ante la incapacidad de pago del deudor principal, situación que no solo afecta el historial crediticio del fiador, sino que también puede limitar su acceso a nuevos créditos, dada la percepción de riesgo aumentado por parte de las entidades financieras.
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El compromiso de ser fiador trasciende las repercusiones inmediatas, pudiendo afectar las relaciones personales y generando potencial estrés ante la posibilidad de tener que enfrentar la deuda ajena. Esta implicación se torna aún más grave en el evento de fallecimiento del fiador, ya que según el Código Civil, los herederos del mismo serían responsables de la deuda, en caso de que tanto el deudor principal como el fiador original no puedan saldarla.
Sin embargo, es importante notar que la legislación permite a los fiadores exigir que, antes de hacerse cargo de la deuda, se intente recuperar el monto adeudado a través de los bienes del deudor principal.
Además de la carga financiera, ser fiador puede llevar a situaciones complejas en el ámbito personal, considerando la presión y los conflictos que pueden surgir de la incapacidad de pago del deudor principal. Las centrales de riesgo también juegan un papel fundamental, ya que el incumplimiento de los compromisos financieros queda registrado, afectando la credibilidad y la capacidad crediticia del fiador.
Cabe destacar que, según DataCrédito Experian, para ser fiador es necesario cumplir con ciertos criterios de elegibilidad establecidos por las entidades financieras, los cuales varían según la entidad, pero generalmente incluyen ser mayor de 18 años. Es esencial, por tanto, evaluar detenidamente la decisión de convertirse en fiador, teniendo en cuenta hasta qué punto se está dispuesto a asumir las posibles consecuencias financieras y personales.
Especialistas como Rafael Méndez, en derecho comercial, enfatizan la importancia de comprender plenamente estos riesgos antes de asumir tal compromiso, algo esencial para evitar sorpresas desagradables en el futuro, en conversaciones con Portafolio. La ley ofrece ciertos mecanismos de protección para los fiadores, pero es crucial estar bien informado antes de tomar una decisión que podría afectar significativamente la estabilidad económica, personal y familiar.
Banco de la República Colombia alerta: inflación aún desafía economía Encabezado
Durante el seminario organizado por ANIF - Fedesarrollo el 22 de febrero, Leonardo Villar, Gerente General del Banco de la República de Colombia, abordó cuestiones significativas que actualmente enfrenta la economía colombiana, tales como la inflación, las tasas de interés y el salario mínimo. En su discurso, Villar explicó la postura del banco central sobre la política de tasas de interés, actualmente en un 12,75%, y su impacto en la economía nacional.
Villar señaló que, aunque la tasa de intervención del banco se redujo en 50 puntos básicos entre diciembre de 2023 y enero de 2024, la inflación sigue siendo un desafío relevante, situándose en un 8,35% interanual en enero de 2024. Esta cifra está considerablemente por encima de la meta del 3% establecida por el banco, generando preocupaciones sobre las acciones cautelosas de la Junta Directiva en cuanto a la reducción de las tasas de interés.
La persistencia de la inflación por encima del objetivo ha colocado a Colombia como uno de los países con la inflación más alta tanto en la Ocde como en América Latina, solo superada por Turquía, Argentina y Venezuela.
Además, Villar aportó razones para esta cautela, destacando las expectativas de inflación y la credibilidad de la meta del banco. A pesar de un ajuste a la baja de estas expectativas, aún se sitúan por encima del objetivo establecido, lo que complica la reducción de la inflación y afecta negativamente el crecimiento económico y la generación de empleo.
La incertidumbre global, posibles cambios en las condiciones financieras internacionales y las afectaciones climáticas severas fueron también citadas como factores que justifican mantener una política de tasas de interés cautelosa.
La situación de la inflación y su gestión por parte del Banco de la República también ha influido en las negociaciones sobre el salario mínimo, resultando en aumentos basados en la inflación pasada en lugar de la meta o la tendencia descendente esperada. Esto implica un crecimiento de los salarios reales que supera el aumento de productividad y del ingreso real per cápita, presionando al alza la inflación y dificultando el crecimiento del empleo formal, según explicó Villar.