El páramo de Santurbán ardió en llamas durante cuatro días, del 22 al 26 de enero de 2024, hecho que fue atendido por cerca de 200 integrantes de organismos de socorro y voluntarios. Desde que las llamas empezaron a propagarse sin control, las autoridades ambientales alertaron de las consecuencias negativas.
Entre ellas, se destacaba la afectación al ecosistema y las imágenes de los frailejones que resultaron afectados invadieron las redes sociales, puesto que esta planta solamente crece en América del Sur y uno de los países privilegiados con su presencia es Colombia.
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Precisamente, este páramo cuenta con algunos ejemplares, por lo que es una de las reservas naturales más reconocidas del país. Sin embargo, en medio de la emergencia presentada, se vio la afectación en este punto, debido a la quema de los frailejones.
Después de que se logró controlar el foco, las autoridades empezaron con las labores de limpieza y recuperación del ecosistema, trabajo que ha sido bastante arduo. Afortunadamente, el clima contribuyó, teniendo en cuenta que se han presentado fuertes lluvias en las últimas semanas en los departamentos de Norte de Santander y Santander.
Casi un mes después, los campesinos de la zona confirman que las hojas de los frailejones han vuelto a crecer y se están recuperando después de quedar cubiertos de ceniza y que algunos de ellos se quemaran. Este acto ha sido destacado por los diferentes sectores, debido a que ninguna de demás plantas que se encuentran en la zona ha renacido de la misma forma.
En su momento se le llegó a bautizar al páramo de Santurbán como un cementerio de frailejones, hecho que deja de ser una realidad desde ahora y da paso a una celebración de todos los colombianos por su recuperación.
El guía experto en frailejones y páramos Manuel Andrés Calderón le explicó a Infobae Colombia en enero la dificultad que existe para el crecimiento de la vegetación presente en el ecosistema: “esta vegetación está diseñada para soportar ese tipo de temperaturas, por algo están allí ubicadas, han sobrevivido y han evolucionado para poderlo hacer. Esta renovación de vegetación va a ser un poco más complicada en cuanto a tiempo, puede tardar décadas para que vuelvan a aparecer líquenes y musgo, porque básicamente se ha removido el manto vegetal”, aseguró el experto.
Ante esta situación, la bióloga Clara Morales-Rozo, le explicó a Infobae Colombia que el crecimiento de los frailejones depende de otros factores climáticos, “como por ejemplo los aumentos de la temperatura, que no solo ahorita por el fenómeno de El Niño, sino a nivel global están cada vez siendo mayores, entonces depende de varios factores”.
Sin embargo, los frailejones dieron una grata sorpresa en los últimos días, hecho que es celebrado por los colombianos a través de redes sociales. “Definitivamente, tenemos segundas oportunidades, por favor cuidemos entre todos nuestro hermoso y único planeta”, fue una de las reacciones que se conocieron en las últimas horas y fue hecha por el diputado de Santander, Danovis Lozano.
Otra de las reacciones destacadas estuvo a cargo de Francisco Vera, conocido como el niño ambientalista: “Los frailejones que resistieron y renacieron después de los incendios son en mi corazón la imagen de la ecoesperanza: la vida que se aferra, resiste y siempre siempre renace”.
En medio de la celebración, se recuerda la importancia de cuidar los páramos y todos los lugares de biodiversidad en el territorio nacional. Entre las recomendaciones realizadas por los Cuerpos de Bomberos de Santander, Defensa Civil, Ejército Nacional, ambientalistas y administraciones regionales y nacionales se encuentran:
- No arrojar desechos contaminantes en las zonas de conservación.
- No dejar colillas ni botellas de vidrio abandonadas en estos puntos.
- No realizar fogatas.