Sin embargo, la problemática no ha sido sencilla de erradicar y en sus 52 días en el cargo, ya hay voces que piden medidas urgentes para combatir el flagelo que cobra víctimas desde todas las aristas.
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A propósito, la concejal del Centro Democrático Diana Diago no dudó en cantarle la tabla al alcalde Galán, solicitándole un plan de acción urgente ante la ola de violencia que impera en la ciudad.
“La situación de inseguridad en Bogotá es gravísima. Toda la inseguridad que viene de la administración de Claudia López ya se le salió de las manos a Carlos Fernando Galán. Ya vamos a terminar el segundo mes del año y no se ha visto ningún plan efectivo para combatir la delincuencia en la ciudad”, sostuvo la concejala Diago.
La cabildante fue enfática en afirmar que el alcalde y su secretario de Seguridad, César Restrepo, no pueden continuar con “el discurso tibio de que Bogotá está mejorando poco a poco, cuando la ciudadanía sabe que las cosas van de mal en peor”.
La concejala del Centro Democrático reseñó cifras del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco), que revelan que durante 2023 hubo 1.071 casos de homicidios, equivalente a un promedio de 2.9 por día. Esto marcó un aumento del 5.3% en comparación con los 1.017 casos registrados en 2022. Esto contrasta la situación de inseguridad que habría dejado el Gobierno de Claudia López.
Por último, Diago agregó que Bogotá padece una situación “gravísima” de inseguridad: “Todos los días hay noticias sobre robos en locales comerciales, homicidios y hurtos en las calles. Es hora de reaccionar. El alcalde debe atender de manera urgente. No es mañana. No hay que esperar a que las cifras digan lo que ya sabemos, Bogotá está abatida por la delincuencia”.
Al llamado se sumó el del edil Sergio Cáceres, también del Centro Democrático, en el que aseguró que la delincuencia se ha desplazado a la localidad de Usaquén, lo que ha generado que “los comerciantes vivan con miedo”: “Como Edil y como ciudadano estoy cansado de la inseguridad”, agregó.
El político también informó que en la mencionada localidad hay una fuerte presencia de bandas delictivas trasnacionales que están sembrando el terror en la zona: El Clan del Golfo, Los Paisas, Los Residentes, Los Espartanos, Los del Llano, Los Pelados y Los Caparros.
“Según alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo que ha investigado nuestro equipo, el 10% de las estructuras criminales de Bogotá se encuentran en Usaquén, es decir, 7 de las 72 estructuras criminales de la ciudad, se encuentran en esta localidad, y muchas de ellas son bandas transnacionales que delinquen a través de la operativización y tercerización en delincuencia común”, complementó Cáceres.
A su vez, hizo el llamado al alcalde para que se ponga al frente de esta situación con la militarización de la ciudad: “Bogotá necesita ya una política clara de recuperación de la institucionalidad en las calles. Acepte la ayuda del ejército, que nosotros sabemos que si un delincuente ve a un soldado armado, al menos como elemento disuasivo, el delincuente no va a cometer el delito”.
De otro lado, el excandidato a la Alcaldía de Bogotá Gustavo Bolívar no dejó pasar la coyuntura que vive la ciudad para reprochar su gestión como alcalde de Bogotá a Galán, asegurando que, de continuar los casos de robos en establecimientos comerciales, se afectaría la economía en la ciudad.
“El hampa campea en Bogotá sin que se noten acciones para contrarrestarla. Y no es solo la inseguridad que asfixia a la ciudadanía, es la consecuencia directa que tendrá sobre la economía que empieza a afectarse porque el miedo alejará a muchos de locales y restaurantes”, expresó Bolívar, vía X.
Pese a que las cifras del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, reveladas el 2 de febrero, indican que en enero el hurto a personas se redujo un 20%; el robo de celulares 31%; de bicicletas un 22%; el hurto a residencias 39%; de carros un 8%; y de motocicletas un 11%, en comparación con 2023, para algunos sectores políticos y ciudadanos, la percepción de inseguridad sigue siendo la misma.