La llegada de Luz Cristina López al ministerio del Deporte generó suspicacias políticas entre el Gobierno nacional y el Partido Conservador. Aunque oficialmente niegan que sea una cuota política, muchos sectores, incluso de las toldas azules, no terminan por convencerse de que el nombramiento no hace parte de una negociación.
Al publicarse la hoja de vida de López en la página de aspirantes a cargos en la página de la Función Pública, empezó a asociarse su nombre con el Partido Conservador. Desde varios sectores señalaron que la designada ministra era cercana a esa colectividad y que miembros de esa bancada en la Cámara de Representantes fueron quienes propusieron su nombre.
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La colectividad no se tomó mucho tiempo para apartarse de la nueva miembro del gabinete del presidente Petro que llegaba en reemplazo de Astrid Bibiana Rodríguez, quien presentó su renuncia para evitar una moción de censura en su contra y ante el fracaso en la gestión de la sede de los Juegos Panamericanos en Barranquilla.
El partido emitió un comunicado en el que señaló que “ninguna persona que haga parte del Gobierno Nacional lo hace a nombre del Partido Conservador. En eso somos enfáticos”. En el mismo sentido se pronunció el presidente Efraín Cepeda, que incluso puso a consideración del directorio nacional su cargo, porque ha sido el encargado de liderar a la bancada en la independencia.
El expresidente de las toldas azules Ómar Yepes puso en duda la independencia de la ministra y señaló que su designación muestra que no es, en sus palabras, “asexuada políticamente”. “Salvo que sea una figura del deporte, una genio o científica, ¿por qué llegó al Gobierno? Ese es un cuentazo, por eso reitero: a otro perro con ese hueso”, agregó.
En los corrillos del Congreso se señalaba que el nombre llegó al despacho del presidente por parte de un representante a la Cámara conservador. Incluso sostienen que habría sido como contraprestación por la posición de la bancada respecto a la reforma a la salud, que fue aprobada en segundo debate en la pasada legislatura.
La discusión también llegó al Congreso de la República en medio del debate de moción de censura que adelantó el Senado respecto a la gestión de los Juegos Panamericanos y las decisiones de la exministra Rodríguez. Allí el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, que se encarga de las relaciones del Gobierno con los congresistas y los partidos, negó que López fuera una cuota política.
“Me alegra saber que nuestra nueva ministra del Deporte, designada, es una mujer con una gran experiencia en los Juegos Paralímpicos. Ha trabajado toda su vida en esos temas y no hay necesidad de explicar que no tiene la representación política de ningún partido en particular porque no la tiene. No nos sentamos institucionalmente con ningún partido a pedirle una candidatura”, afirmó Velasco.
El ministro del Interior aseguró que el presidente Petro fue quien llamó a López para proponerle asumir la cartera del Deporte, debido a sus amplias capacidades, conocimiento del sector y una hoja de vida que incluye varios cargos dentro del Comité Paralímpico y el Comité Olímpico Colombiano.
La propia López le salió al paso a los rumores de sus relaciones políticas. En sus primeras declaraciones aseguró que su llegada al cargo respondía al trabajo que ha realizado en la promoción del deporte en el país, más no por negociaciones legislativas.
“Soy una técnica del sector. No tengo experiencia en el sector política. No hago parte de ninguna colectividad política. No he sido presentada por ningún partido político. Soy una persona que tengo experiencia en el sistema, que tiene una formación”, dijo la designada ministra a La FM.
Lo cierto es que su nombramiento sí desató una tormenta dentro del Partido Conservador y una reunión de urgencia del Directorio Nacional, en la que le rechazaron la renuncia a Cepeda por unanimidad y reafirmaron la posición de votar negativamente a la reforma a la salud que ahora entrará a su recta final en el Senado.