Mario Hernández criticó la raíz de la inseguridad en Bogotá tras ataque sicarial en contra de Roberto Franco

El empresario Mario Hernández, reconocido por su destacada trayectoria en el mundo del cuero y la marroquinería, se pronunció por el caso sicarial que sacudió a Bogotá en la mañana del miércoles 21 de febrero. El asesinato del empresario Hernán Roberto Franco, a plena luz del día y a escasos metros del parque de la 93, generó una oleada de preocupación y cuestionamientos sobre la seguridad en la capital colombiana.

Hernández, a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), compartió sus pensamientos sobre la situación de inseguridad que aqueja a la ciudad. Enfatizó que el problema no radica únicamente en la falta de presencia policial, sino en las profundas desigualdades sociales que generan un entorno propicio para la violencia.

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“El problema de Bogotá inseguridad no es más policía es el costo y la falta de trabajo y oportunidades!”, publicó el empresario, y resaltó la necesidad de abordar las causas subyacentes de la criminalidad.

Ante la posición expresada por Mario Hernández, varios usuarios de la plataforma digital lo criticaron y manifestaron su desacuerdo, argumentando que su perspectiva estaba desacertada debido a la falta de una justificación para los sucesos ocurridos en Bogotá. Estos usuarios señalaron que el problema no se limitaba únicamente a la falta de oportunidades, sino que también era un tema de justicia y de implementar políticas de seguridad más enfocadas en abordar las complejas problemáticas que enfrenta la ciudad.

“Que postura tan extraña de un empresario como usted, entonces si tiene que despedir a un empleado por cualquier motivo, este debe salir a robar?”; “No don Mario. Miles de venezolanos llegaron y no se han preocupado por capacitarse o emplearse sino por armar bandas de atracadores”; “Acá si no lo apoyo... El que quiere salir adelante, lo hace sin delinquir. Usted es un ejemplo de salir adelante pese a las adversidades”; fueron algunos de los comentarios que destacaron en la publicación de X.

El empresario Hernán Roberto Franco, hermano del exdirector de la Dian Óscar Franco, fue asesinado en un violento ataque ocurrido en el parqueadero de un edificio cercano al parque de la 93, en el norte de Bogotá. Según testigos presenciales, un sicario perpetró el crimen, desatando una balacera en la zona mientras escapaba, lo que sembró el pánico entre los transeúntes y clientes de los establecimientos cercanos.

A pesar de no tener amenazas previas conocidas, se reveló que Franco había solicitado acompañamiento de escoltas para realizar una diligencia en el municipio de Ubaté, en Cundinamarca. Sin embargo, minutos después de ser atacado, fue trasladado de urgencia a la Clínica del Country, donde llegó sin signos vitales y los esfuerzos por reanimarlo resultaron infructuosos debido a la gravedad de sus heridas.

En las imágenes captadas por diferentes cámaras de seguridad, se pudo observar el momento exacto en que el sicario ingresó al edificio a través del garaje, coincidiendo con la llegada de Franco en su vehículo. Aprovechando un descuido mientras hablaba por teléfono, el agresor se aproximó rápidamente y disparó repetidamente por la espalda antes de huir del lugar.

La rápida escapada del delincuente impidió que el equipo de seguridad de Franco pudiera reaccionar a tiempo, dejando al empresario gravemente herido. La investigación del caso se ha visto impulsada por la revelación de las imágenes de seguridad, que permitieron a las autoridades analizar el modus operandi del agresor y generar diversas teorías sobre su identidad y motivaciones.

Hernán Roberto Franco fue conocido por su trabajo como consultor en El Arrozal y CIA SCA además de ser el creador de la empresa CNS Colombia SAS, dejó un vacío en el mundo empresarial y una familia devastada por su repentina pérdida. Mientras tanto, en la opinión pública y entre expertos, se multiplican las reflexiones y debates sobre la creciente ola de violencia en Bogotá y las medidas necesarias para abordar este preocupante problema de seguridad.