En la reciente discusión sobre el proyecto de reforma pensional en Colombia (basado en cuatro pilares: contributivo, semicontributivo, solidario y de ahorro voluntario), los cambios propuestos por el Gobierno de Gustavo Petro generaron inquietudes entre congresistas y la población, debido a posibles aumentos en la edad de pensión para ciertos sectores contribuyentes.
La misma tendrá debate en el Congreso de la República a finales de febrero, exactamente, el 27 de ese mes. Previo a la presentación del proyecto de ley en el Senado de la República, distintos congresistas expresaron su preocupación sobre cómo estas modificaciones podrían afectar, en especial, a los trabajadores de menores ingresos en el país.
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El senador Juan Pablo Gallo, del Partido Liberal, señaló de manera específica las alteraciones en la edad mínima requerida para acceder a la pensión bajo los esquemas del pilar solidario y semicontributivo.
Según él, mientras la reforma busca aumentar la cobertura y las transferencias de subsidios, también propone elevar la edad de jubilación de las mujeres de 57 a 60 años de edad, y de los hombres de 62 a 65 años de edad. “En el pilar solidario se incrementa en tres años la edad para recibir el beneficio”, afirmó el congresista, al añadir que estas modificaciones también se aplicarían al pilar semicontributivo.
Además, se mencionó la eliminación de la posibilidad de gozar del fondo de garantía de pensión mínima con 1.150 semanas, en lugar de 1.300, lo que, para el senador, “significa que se nos va a subir en tres años la edad de pensión”.
Esta situación preocupa de manera particular, porque podría afectar de manera desproporcionada a aquellos en situaciones de vulnerabilidad económica.
Qué dice el Gobierno
A pesar de estas inquietudes, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, asegura que ningún cambio propuesto en la reforma pensional o laboral buscará ir en contra de los intereses de los trabajadores. Sin embargo, estos comunicados no apaciguan las dudas existentes sobre cómo con exactitud la reforma impactará a diferentes grupos de trabajadores en Colombia.
Anteriormente, el presidente Petro había asegurado que durante su gobierno no se ajustaría la edad para el requisito de pensión, buscando en su lugar mecanismos para mejorar la cobertura y la cantidad de personas jubiladas. No obstante, las preocupaciones actuales giran en torno a cómo las modificaciones propuestas podrían divergir de estas declaraciones previas.
Los fondos privados también expresaron su inquietud sobre cómo los cambios en la reforma pensional podrían impactar algunos beneficios, como la pensión anticipada, aunque el Gobierno todavía no ha delineado específicamente cómo se ajustarían este y otros aspectos en respuesta a las reformas propuestas.
Con estas consideraciones en juego es claro que el diálogo entre el Gobierno de Gustavo Petro, el Congreso de la República y las partes interesadas será vital para esclarecer y, potencialmente, ajustar la propuesta reforma pensional para asegurar que proteja a los trabajadores colombianos, en especial a aquellos de más bajos recursos.
La evolución de esta discusión será crucial para determinar el futuro del sistema pensional del país y su capacidad para brindar seguridad económica a su población envejecida.
Lo que quieren los fondos privados
Antes del inicio del segundo debate de la reforma pensional, en un espacio de discusión sobre el proyecto de ley, la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantía (Asofondos) reiteró su compromiso de aportar con propuestas que permitan que los trabajadores cuenten con un sistema que brinde pensiones dignas, sea más equitativo y, en especial, más sostenible.
Por ello, el gremio insistió en que la reforma debe ser el resultado de una discusión responsable y técnica, “libre de debates ideológicos improductivos”.
En concepto de Asofondos, el proyecto del Gobierno tiene aspectos positivos que el sistema necesita. Sin embargo, según el presidente del gremio, Santiago Montenegro, “requiere de cambios y precisiones importantes para que se pueda considerar como un paso adelante. Se necesita una buena reforma, no cualquier reforma”.
En sesión especial, convocada por la Comisión Tercera del Senado, Asofondos planteó en carta dirigida al Congreso de la República una serie de recomendaciones para que se incorporen en el proyecto, toda vez que “la trascendencia de esa decisión no es menor, pues afectará la vida de todos los colombianos por los próximos 40 años y la sostenibilidad fiscal del país”.