En la mañana del miércoles 21 de febrero de 2024, el empresario y consultor Hernán Roberto Franco Charry fue asesinado al interior de un edificio ubicado en la zona del parque de la 93, en el norte de Bogotá. Su exesposa, la modelo y presentadora Alejandra Isaza, se pronunció sobre el difícil momento que vive junto a su hija.
A través de una publicación en su cuenta de Instagram, la modelo compartió un estado en el que aseguró que no dará declaraciones a los medios de comunicación que se han intentado comunicar con ella.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel.
“Respecto a las noticias que están circulando, he recibido varias llamadas de diferentes medios de comunicación. Por el momento no he dado, ni pienso hacer ningún pronunciamiento a los medios”, dijo.
También calificó como un “momento difícil” para la familia Franco Charry, para su hija y para ella lo que están viviendo, por lo que pidió a las personas prudencia y respeto por los días de duelo que está viviendo: “Es un momento difícil para la familia del papá de mi hija. Para mí y para mi hija. Les pido prudencia y respeto”.
Por qué se separó del empresario
A través de Cicatrices, programa que lidera Alejandra Isaza y que ha permitido que mujeres cuenten sus historias de vida, la modelo y presentadora compartió detalles de lo que vivió en su relación con el empresario Roberto Franco Charry.
“Yo me separé el 1 de enero de 2021, vivía en Bogotá, era víctima de violencia intrafamiliar, de maltrato psicológico, una violencia que es muy difícil determinar, identificar y demostrar, pero que, finalmente, después de varios años de vivirla, logré tomar la decisión de regresar a Medellín con mi hija, que en ese momento tenía dos años y medio”, dijo.
Alejandra Isaza aseguró que su expareja estuvo de acuerdo con que ella volviera a Medellín con la niña, aunque eso implicó que tuviera que empezar de cero, dado que renunció a su trabajo para vivir la vida de casada junto al empresario:
“A los 20 días de estar acá en Medellín, él me dice que quiere ver a la niña, yo le pregunto a una profesional en Derecho y me dice que ese es el deber ser. Entonces yo le digo que sí, que venga a Medellín para que se pueda encontrar con la niña”.
Según relató la modelo, Franco Charry llegó a Medellín y le aseguró que estaría en la ciudad junto a su familia, incluso le envió las reservas del hotel en el que se hospedaría, pero la sorpresa fue que el empresario viajó a Bogotá con la niña sin la autorización de Alejandra Isaza.
“A eso del mediodía yo comienzo a escribirle para saber cómo estaba mi hija y no le entran los mensajes, pero yo no pensé nada raro en ese momento. A eso de las 2 de la tarde, él me envía un mensaje diciendo que lo sentía mucho, pero que ya estaba en la ciudad de Bogotá con nuestra hija y que sus abogados iban a comenzar un proceso en mi contra y que se comunicaban conmigo”.
Alejandra Isaza tuvo que esperar todo el fin de semana para poder volver a ver su hija, pues no tuvo comunicación con ella ni supo cómo estaba: “Yo me hacía la fuerte, mis amigas lloraban y yo no podía llorar porque yo tengo un trabajo que depende de mi imagen, yo tenía fotos al otro día, yo sabía que si lloraba no iba a amanecer bien para esas fotos”.
Ya en Bogotá, la modelo pudo ver a la niña y llegó a un acuerdo con su expareja para compartir la custodia, pero cuatro meses después Alejandra Isaza viviría uno de los momentos más difíciles de su vida, puesto que una Comisaría de Familia le quitó a su hija por una denuncia de Franco en su contra.
“Hizo una falsa denuncia que activó la Línea Fucsia, porque la niña era víctima de posibles delitos sexuales por sus publicaciones en redes sociales, pero las fotos correspondían a la relación de una madre con una niña”, dijo Isaza. Además, aseguró que en la comisaría le respondieron: “Aquí llegó su caso, se emitió una medida de protección y usted perdió la custodia temporal de su hija”. En ese momento, la modelo sintió que se iba a morir.
Luego de tres meses de audiencias, de haber gastado dinero y tiempo, pudo recuperar la custodia de la niña, por lo que concluyó lo siguiente: “Me costó mucho levantarme, me ha costado mucho reconstruirme porque lo que yo he vivido, que no es un solo proceso, han sido muchos. Me causó un perjuicio físico, laboral, moral, espiritual, mental y económico grandísimo”.