Una diferencia de seis segundos desde el momento en que Roberto Franco Charry se bajó de su lujoso carro para asistir a una reunión en el norte de Bogotá, cuando de repente fue sorprendido por un sicario.
En los últimos momentos de vida registrados por Roberto Franco se ve que vestía un traje de corbata y, al tiempo, hablaba por celular. Luego de recibir cuatro disparos, Franco Charry logra mantenerse en pie unos segundos más, es allí cuando se reclina en el mostrador y momentos después cae el suelo.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel.
Además, se conoció que los cuatro sicarios que tenían como objetivo acabar con la vida de Franco Charry ya habían estado en la zona orquestando cómo sería el asesinato. Lo anterior lo confirmó a El Tiempo el personal de seguridad aledaño al lugar; según sus versiones, la moto que quedó en el sitio, la cual era del delincuente herido, ya había estado rondando las calles aledañas al parque de la 93 desde días atrás.
“Yo le tomé las placas a esa moto desde el domingo, porque se me hizo sospechosa. También la vi parqueada frente el edificio de la oficina del empresario el lunes y el martes. Ellos ya lo estaban siguiendo”, afirmó uno de los testigos a El Tiempo.
Lo dicho por ese testigo es muy parecido a la versión de algunos domiciliarios de la zona, quienes aseguran que los cuatro delincuentes habían estado en restaurantes del lugar y, aparentemente, le habrían estado siguiendo el paso a Franco Charry.
“Esos individuos ya llevaban tres días haciendo seguimiento, verificando la zona. La dejaron tres veces allá arriba y decían que iban a desayunar, pero se paseaban por varios restaurantes”, comentó una de las personas encargadas de la seguridad en el sector.
Además, le aseguró al mismo medio de comunicación que ayudó a montar a Roberto Franco en un vehículo particular pues ninguna ambulancia llegaba al lugar. Franco Charry, que todas las mañanas arribaba a su oficina en el parque de la 93, murió en la Clínica El Country.
Crónica de una muerte
Fueron cuatro los tiros que acabaron con la vida de Roberto Franco Charry en la mañana del miércoles 21 de febrero. Franco Charry, quien se desempeñaba como consultor en la compañía El Arrozal y CIA SCA, fue acribillado por cuatro criminales que se movilizaban en dos motocicletas al norte de Bogotá.
Los videos de las cámaras de seguridad del lugar logran captar el momento exacto en que Franco Charry llegó a su oficina en la calle 93B con carrera 11A y fue alcanzado por uno de los sicarios.
En las imágenes se logra ver cuando Roberto Franco baja de su carro para llegar a tiempo a una importante reunión, es allí cuando el sicario lo aborda y le dispara, al parecer, con una arma que tenía silenciador.
Tras el hecho, el delincuente sale corriendo por la puerta del garaje antes que el personal de seguridad logre cerrarla. El presunto asesino intentó llegar a la esquina de la calle 13, pero allí la moto en la que se movilizaba no arrancó por lo cual se ve en la obligación de salir corriendo.
Para este punto, un escolta que estaba en la panadería La Bagatelle, pues era custodio de cliente del establecimiento, logró percatarse de los hechos y decidió accionar su arma de fuego en contra del criminal que había disparado contra el empresario.
En medio de los disparos, el sicario recibió un impacto de bala en su pierna, sin embargo, todavía no es claro si fue propinado por el personal de seguridad de Franco Charry o por el otro escolta que estaba en la panadería.
El pánico en La Bagatelle
Luego del asesinato en redes sociales se hicieron virales los videos de las personas que estaban en la panadería La Bagatelle cuando oyeron los disparos afuera del recinto. En las imágenes se puede ver que uno de los escoltas que protegía a una pareja que estaba en la panadería sale de allí y se une a la persecución de los criminales, él activa su arma en varias oportunidades.
Al escuchar las detonaciones, las personas dentro del lugar, las cuáles no tenían ningún vínculo con el acto sicarial, se tiran al suelo con el objetivo de protegerse y evitar ser impactados. De hecho, algunos testigos indican que los sicarios lograron correr más de media cuadra hasta que los alcanzaron al frente del establecimiento.
Según le dijo Manuel Zambrano, gerente de operaciones de La Bagatelle a El Tiempo, al momento en que se escucharon los disparos de inmediato se dio aviso a la Policía con el objetivo de poder proteger a los comensales.
Añadió que es preocupante la cantidad de robos a mano armada que han estado ocurriendo en la capital del país, según Zambrano las personas tienen miedo de salir a la calle, lo cuál podría afectar el negocio. “El tema de la seguridad es que en todas las zonas está difícil. Las ventas se ven muy afectadas. Yo creo que hay que poner más presencia de la Fuerza Pública, ya que eso afecta a los comercios. La gente tiene miedo”, aseguró el gerente.
Por otro lado, uno de los comensales de la panadería resaltó el trabajo del escolta que se unió a la persecución. “Me le quito el sombrero. Me genera mucha admiración ver que una persona ajena a la situación está preocupada por las demás personas. Yo quiero felicitar el coraje y la valentía de ese señor”, comentó el hombre.