Frente al reciente aumento de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) en Bogotá, la Secretaría de Salud decidió adoptar una serie de nuevas medidas preventivas.
Estas decisiones llegan a raíz de un estudio epidemiológico sobre un caso en la Escuela de Cadetes José María Córdova, el cual resultó en la exposición a la enfermedad de más de 200 individuos y el lamentable deceso de un joven.
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En este contexto, la Secretaría de Salud, liderada por Gerson Bermont, ha intensificado la vigilancia y prevención frente a esta problemática de salud pública.
La circular 008, publicada el martes 20 de febrero de 2024, menciona que los niveles de influenza se encuentran en un estadio intermedio pero en ascenso.
Tomando como referencia datos del Instituto Nacional de Salud, se detalla que durante la primera semana de enero de 2024, se atendieron 130.513 casos de IRA en Bogotá. Este número representa un incremento del 31,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior, 2023.
Específicamente, el 90% de estos casos se gestionó en consultas externas y servicios de urgencia, mientras que el 3,5% requirió hospitalización y apenas el 0,5% fue atendido en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
El incremento alarmante en la cifra de atenciones relacionadas con las IRA ha llevado a las autoridades sanitarias a fortalecer las acciones de prevención y control para mitigar un posible pico de infecciones. Estas iniciativas incluyen la profundización de campañas informativas y de concientización sobre medidas higiénicas básicas, el refuerzo de los protocolos existentes en centros de salud y la promoción de la vacunación.
Este esfuerzo coordinado entre distintas entidades de salud busca no solo contener la difusión de la influenza y otras IRA, sino, fundamentalmente, proteger a la población más vulnerable. El análisis detallado de la situación por parte de la Secretaría de Salud, reflejado en la circular 008 y en los reportes del Instituto Nacional de Salud, pone de manifiesto la importancia de una respuesta rápida y eficiente ante amenazas para la salud pública.
En respuesta a la creciente preocupación por los virus respiratorios, incluyendo la influenza AH1N1 y AH3N2, además del Virus Sincitial Respiratorio, las autoridades de salud han implementado una serie de medidas dirigidas tanto a las Empresas Administradoras de Planes de Beneficios como a las Entidades Responsables de los Regímenes Especiales de Excepción y las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS).
Estas iniciativas buscan fortalecer el seguimiento, la prevención, manejo y control de enfermedades, enfocándose especialmente en niños, niñas y personas mayores de 60 años, al garantizar la cobertura de vacunación y el suministro de oxígeno domiciliario.
Para las IPS, las directrices incluyen ampliar la vigilancia de virus de exposición, asegurar el cumplimiento de protocolos sanitarios, intensificar la atención integral a menores de 5 años, fomentar la educación y comunicación en salud, y garantizar tanto la clasificación acertada de pacientes como la disponibilidad de suministros e insumos médicos.
Las medidas llegan en un momento crucial, cuando el país enfrenta una alta circulación de virus respiratorios que amenazan especialmente a los grupos más vulnerables de la población.
Desde el comienzo del año hasta febrero, se han registrado 6.098 nuevos casos de covid-19, distribuidos en 404 municipios, lo que representa una incidencia de 13 casos por cada 100.000 habitantes. Además, se ha confirmado la circulación de las variantes Ómicron y JN.1 del SARS-CoV-2, la última detectada a finales de diciembre del año en curso. Estas cifras subrayan la importancia de las medidas adoptadas para mitigar la propagación y el impacto de estos virus en la comunidad.
La respuesta de las autoridades y entidades de salud es fundamental para prevenir brotes mayores y proteger a la población. La implementación efectiva de estas directrices representa un paso adelante en la lucha contra los virus respiratorios que, año tras año, ponen a prueba los sistemas de salud a nivel mundial.
Mientras tanto, se espera que la sociedad siga respondiendo positivamente a estas medidas, con la esperanza de que la cooperación y la adherencia a las directrices sanitarias minimicen los efectos adversos de estos virus en la salud pública.