En un mes Bogotá vibrará con una nueva edición del Festival Estéreo Picnic, la primera que se realiza en el Parque Simón Bolívar y una que promete emociones intensas a sus asistentes con un cartel a menudo calificado como una mezcla entre nostalgia y vigencia. Y es que a la par de figuras en pleno auge internacional como Feid, Sam Smith o SZA, otras que remiten al pasado se cuentan entre lo más notable de este año.
En ese sentido, Limp Bizkit es uno de los grupos que más intriga despierta entre los asistentes. La que supo ser durante la segunda mitad de los años 90 una de las bandas punteras del nu metal, pisará por primera vez suelo colombiano para interpretar con su acostumbrada energía clásicos generacionales como Nookie, Break Stuff o Take A Look Around.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel.
La energía desplegada por el cantante Fred Durst, acompañada por la pesadez de las guitarras de Wes Borland y el trabajo de DJ Lethal en el tornamesa los convirtieron en un grupo admirado y odiado por igual a nivel mundial. Aunque han pasado más de dos décadas desde que su etapa de máxima popularidad terminó, la posibilidad de ver un grupo tan importante para definir los últimos años del rock en el siglo XX resulta irresistible para miles de asistentes.
Sin embargo, antes de Estéreo Picnic, Limp Bizkit ya tenía al país como una de las paradas de una gira muy especial para su historia como agrupación. Esta tuvo lugar en 2010, cuando Durst anunciara la reunión de la formación original el año anterior luego de una temporada en la que el quinteto estuvo centrado en proyectos personales.
El show iba a formar parte de su Gold Cobra Tour, con el que ya habían brindado algunas presentaciones en Estados Unidos y Europa a lo largo de 2010. La idea era cerrar el año con una serie de fechas por Latinoamérica, entre las que se incluía su paso por Colombia para el día 19 de octubre de ese año, en el Coliseo Cubierto El Campín (hoy Movistar Arena).
Pese a que los años dorados del nu metal habían pasado hace tiempo y las tendencias dominantes en la música del momento iban por otro lado, la expectativa por ver a Limp Bizkit en el país era considerable en un momento donde Colombia —más allá de algunos antecedentes como los shows de Metallica, Roger Waters, Muse o Coldplay en años previos—, todavía estaba en el proceso de consolidarse como una parada regular para los artistas internacioanles. Prueba de ello es que unas semanas antes el portal Rockombia dio a conocer algunas de las exigencias de la banda para sus camerinos.
“Solicitaron un carro ducha para que Fred Durst se duche antes de salir al concierto. El vocalista trae 100 gorras que lleva a todos lados y que ha ido recopilando durante sus conciertos por todo el mundo. Solicitaron que los camerinos estén dotados con redes inalámbricas de internet y lámparas fluorescentes con apliques para regular la intensidad de la luz y un chef internacional para cada uno de los músicos”, reseñó el medio en su momento.
Sin embargo, a menos de una semana de que tuviera lugar la presentación, la productora responsable del concierto, Eventos y Conciertos Rojas SAS; anunció a los medios de comunicación que el show había sido cancelado —así como los primeros de la etapa latinoamericana que incluían a Panamá y Costa Rica—. Los motivos esgrimidos por los organizadores obedecían a problemas para traer el equipo con el montaje del escenario a tiempo para cumplir con sus compromisos en la región.
Pero pocos días después la desilusión se extendió a todo el continente, cuando se anunció que Limp Bizkit cancelaba todas sus fechas por Latinoamérica. Venezuela, Argentina, Brasil, Paraguay y Perú iban a ser los otros destinos de esta gira. Fue entonces cuando trascendieron los verdaderos motivos para dicha cancelación.
En su momento, la agencia de noticias Andina reportó que el motivo de la cancelación fue una lesión que sufrió Fred Durst en su cuello durante una de sus presentaciones en Europa. Estos citaron un reporte médico de un hospital de Los Angeles que ordenaba a Durst reposo hasta el 16 de noviembre. Aunque se esperaba que reprogramaran las fechas para 2011, esto finalmente no sucedió.
Ahora Limp Bizkit vuelve a Latinoamérica con ganas de revancha y de hacer saltar a los colombianos que han aguardado por su llegada durante más de dos décadas.